Málaga

"El médico no sólo debe curar, sino aliviar, ayudar a nacer, vivir y morir"

  • El facultativo critica que cada vez se haga una medicina más burocratizada, cree que el contacto humano con el enfermo es esencial y hoy, dice, los médicos tienen más relación con el ordenador que con el paciente

A Francisco Linares no le bastaba meterse en un quirófano a dormir pacientes. Él creía que como anestesiólogo podía hacer mucho más por los enfermos. Y lo hizo. Fundó la Unidad del Dolor del Civil y, más tarde, la del Hospital Virgen de la Victoria. Aficionado a la fotografía y fanático del buceo, es además un especialista en picaduras del pez araña. Hace muchos años inventó una técnica que utiliza la anestesia para curar sus venenosos ataques. Aquel descubrimiento le valió el nombramiento como académico de la Real Academia de Medicina de Cádiz. Es el jefe clínico del Servicio de Anestesiología del Hospital Virgen de la Victoria, coordinador de la Unidad del Dolor y profesor de Medicina. Pero por encima de cargos y conocimientos es un hombre crítico, sin pelos en la lengua.

-¿Da poder eso de dormir y despertar pacientes?

-Poder ninguno, responsabilidad mucha.

-¿Se aguanta poco el dolor?

-La gente aguanta y han enseñado a aguantar demasiado a la gente. Hoy, con los medios que hay, un 90% de dolor en un postoperatorio se podría controlar. Pero hay un déficit de formación en dolor. Una frase de Miguel de Cervantes dice que el dolor más tolerable es el ajeno. La función médica no es sólo curar, sino aliviar. Ahí hay mucho por hacer, sobre todo en pacientes con dolor crónico, oncológico y no oncológico. La función de un médico es curar, ayudar a nacer, a vivir y a morir.

-¿A propósito, existe un tratamiento adecuado del dolor en pacientes terminales?

-Hay muchos pacientes que se van al domicilio sin la cobertura suficiente. Ahora hay una ley para castigar a los médicos que puedan cometer ensañamiento terapéutico. A quien habría que multar es a la Administración por permitir la situación en la que se van muchos pacientes al domicilio.

-¿Quiere decir que se puede hacer más frente al dolor?

-Sí. No se puede considerar una consulta de dolor como de preanestesia, donde se ve al paciente una vez y no más. Es necesario un seguimiento. Por ejemplo, el dolor oncológico evoluciona. No es poner un tratamiento y desentenderte. Estos pacientes, en la Unidad del Dolor del Clínico los vemos sobre la marcha, no hay espera y peden acudir cuando lo necesiten.

-¿Qué otra mejora haría?

-Las unidades del dolor deberían ser multidisciplinarias y coordinarse con atención primaria. Hay un proyecto, pero todavía no se ha puesto en marcha. El 83% de los pacientes con dolor crónico se ven en atención primaria. Habría que formar a la atención primaria y en cada centro de salud debería haber un médico formado y dedicado al tratamiento del dolor. Dentro de la propia clase médica hay un miedo muy grande al uso de medicación opioide.

-¿Y esto es erróneo?

-Es erróneo y perjudicial para el paciente. Es debido a una falta de formación en la universidad sobre el dolor. Muchos pacientes están inframedicados. Hay muchos avances y no hay que temer su uso, sino aprender a utilizarlos. No hace falta que un enfermo esté terminal para usar morfina.

-¿El dolor sirve para algo?

-No. Antes se consideraba un síntoma de alarma de una enfermedad, pero no se debe dejar porque el mantenimiento de un cuadro de dolor puede provocar una serie de complicaciones. Un paciente al que le abren el tórax en una operación no puede respirar hondo porque le duele. Al no ventilar bien, las secreciones se le acumulan y eso puede provocar neumonías.

-Bucea desde los diez años. ¿Nos lo perdemos los demás?

-Es una de las experiencias más bonitas. Es otro mundo. Un mundo de silencio, de imágenes... No aquí porque coger un día clara el agua de Málaga es muy difícil. Con toda la arena de río que están echando en las playas crean un fanguizal que con un poco de olas ya tenemos las aguas turbias.

-¿Y hace unos años era así?

- Antes se veía una fauna marina que ha desaparecido, no sé si por la pesca indiscriminada o por la contaminación. Pero te encuentras fondos como arados. La costa está prácticamente esquilmada.

-Ya que hablamos de mar, ¿qué le parece el puente del PP?

-Hay puentes sobre bahías y quedan preciosos, como el de San Francisco. Sería estupendo conectar una parte con otra de Málaga sin pasar por el centro. No sé si sería factible desde un punto de vista económico en estos tiempos.

-¿Qué opina de trabajar 65 horas? Al final se ha parado...

-Por lo que sé, se quitaría el saliente de guardia y si tienes que estar 24 horas de guardia sólo te pagarían las horas de quirófano. Conociendo a la Administración, que va en plan ahorro con los médicos, creo que habría perjudicado a los médicos. La gente aquí está emigrando para tener sueldos dignos. Además, estamos entrando en una burocracia en la que no deberíamos entrar.

-¿A qué se refiere?

-Están exigiendo mucha burocracia de papeles. Tenemos más relación con el ordenador que con el paciente y el 50% lo hace el contacto humano. Al paciente un día lo ve un médico, otro día otro. Los enfermos son de un servicio, cuando deberían ser de un médico. Si se quita la relación médico-paciente es un fracaso de la Medicina. Y en la actualidad hay mucho papeleo, mucha burocracia y poca relación médico-paciente.

-¿Se cree los datos del SAS sobre listas de espera?

-No, creo que hay trampa. No tengo datos, pero sí pacientes que se quejan porque llevan seis meses esperando y no aparece el papel de su cita. Y es frecuente.

-¿Y el megahospital?

-Es un parcheo. Salud estaba en contra del tercer hospital y cuando iba a haber una manifestación, se saca esta idea del gran hospital. Es demorar la respuesta a la necesidad actual de otro hospital. Y mientras más grande sea, más tardará. Las necesidades actuales no se pueden posponer.

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