Málaga

La bebé de tres meses estaba desnutrida y murió por un traumatismo en la cabeza

  • El padre, detenido junto a su pareja, afirma que se golpeó con los barrotes de la cuna

  • Vecinos aseguran que la dejaban sola en la casa, donde convivía con perros y había excrementos

La vivienda con la ropa tendida que ayer, ayer por la mañana.

La vivienda con la ropa tendida que ayer, ayer por la mañana. / m. h.

La autopsia practicada ayer al cadáver de la bebé de tres meses que el jueves por la mañana llegó en brazos de su padre al Hospital Materno Infantil reveló que murió como consecuencia de un traumatismo craneoencefálico sufrido hace dos días. El progenitor achacó lo ocurrido a que su hija se golpeó con los barrotes de la cuna y sostuvo que si no había informado antes era porque su pareja se encontraba trabajando. Una versión de la que recelan los investigadores teniendo en cuenta la corta edad de la fallecida. Tanto él como la madre, ambos de unos 20 años y nacionalidad española, fueron detenidos por la Policía Nacional después de comprobar el estado en el que se encontraba la menor. La investigación sigue abierta para dilucidar si sufrió una caída accidental o bien el traumatismo respondió a algún tipo de acción por parte de los presuntos implicados.

Lo que sí parece claro es que, a tenor de los resultados forenses, la pequeña, que tenía muy poco peso, presentaba signos de desnutrición y también deshidratación. Fue el padre el que se desplazó con su hija en un autobús hasta el centro hospitalario poco antes de las 9:00, como ayer adelantó Sur. Una vez allí, los facultativos vieron que ya estaba fallecida y detectaron que presentaba lesiones compatibles con supuestos malos tratos, por lo que pusieron en alerta a la Policía.

Los agentes se desplazaron hasta la casa de una habitación situada en la zona de Puerto de la Torre, donde la niña residía junto con sus padres y varios perros en condiciones insalubres. El subdelegado del Gobierno en Málaga, Miguel Briones, aseguró que, además de las "evidencias de maltrato físico sobre la menor", que tenía "hematomas en el cuerpo", también se habían encontrado "indicios bastante consistentes de una situación de abandono". Y de ahí que, señaló, los investigadores trabajen "sin dejar de tener en consideración" el estado de la vivienda. Otras fuentes destacaron que había excrementos, incluso en la cuna. La Policía Científica analizará distintos enseres y varios biberones.

Los vecinos afirmaron que oían llorar con demasiada frecuencia a la pequeña. "No era el quejido habitual de un bebe. Rompía a llorar con fuerza y no parecía que la consolaran", explicaban ayer. En una ocasión, una residente llamó a la Policía dado que, a su juicio, estaba sola desde las 14:00 hasta las 21:00. Se basaba en el hecho de que había visto salir a los padres sin la niña, a la que en el barrio nadie ponía cara. "Le preguntamos y dijo que estaba con la abuela, pero en la casa no se veía luz. Alguna vez estaban tomando el sol fuera y la niña dentro llorando. Los poníamos a prueba y llamábamos a la puerta con alguna excusa", explicaba una mujer.

Pese a sus sospechas, los residentes no imaginaban un final tan trágico. "Sentimos impotencia, nadie sabía lo que iba a suceder. No teníamos seguridad como para meternos en la vida de nadie, pero los Servicios Sociales tenían que haberse ocupado de ella desde que nació porque los padres no estaban preparados", aseveraba otra vecina.

Ayer acudió a la vivienda una hermana del progenitor de la bebé, que, según los vecinos, dijo que solo había visto a su sobrina en unas fotos porque la madre "decía que estaba malita". Recogió la ropa y se llevó a uno de los perros. "De la casa salía un olor horrible", apostillaban.

La pareja apenas llevaba un año viviendo en un piso de alquiler de una habitación en calle Lagunas de Ruidera y no tenía trato con su círculo de vecinos. Ella llegó embarazada y al parecer no tenía más hijos. "Ni siquiera saludaban, salíamos a fumar y no respondían. No querían que nadie entrara en la casa", recalcaba otro residente, que también subrayaba la "frialdad" del padre el día en que ésta murió. "Estaba dándole besos a su perro y riéndose", manifestaba.

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