"Con los 800 millones del Metro hubiese cubierto el Guadalmedina"
Mario Cortés. Portavoz del PP en el Ayuntamiento de Málaga
En poco más de un año ha pasado de ser edil de Bailén-Miraflores a asumir Nuevas Tecnologías, ser la voz del Ejecutivo del Ayuntamiento de la capital y, ahora, primer teniente de alcalde.
-¿Cómo sienta ser el nuevo hombre fuerte del Ayuntamiento de Málaga?
-No me considero el hombre fuerte del Ayuntamiento. Cada uno tiene su papel y yo soy el portavoz. La Primera Tenencia de Alcaldía es algo más simbólico que otra cosa. Mi función de portavoz es comunicar lo que hacen mis compañeros y ejercer cierta labor de coordinación interna.
-Lo natural es que ante la marcha de Damián Caneda la Primera Tenencia de Alcaldía la hubiese asumido María del Mar Martín Rojo. ¿Cómo interpreta su elección?
-No le doy una interpretación. Desde el punto de vista simbólico puede entenderse como un espaldarazo a las políticas de innovación que se hacen desde el Ayuntamiento. Cuando surgió la posibilidad de nombrarme portavoz hace un año tuvimos el dilema. El alcalde me dijo que debía ser además teniente de alcalde pero no sabíamos en qué puesto. Le dije que no me preocupaba el número. Pensé que Damián Caneda, por ser el concejal de Cultura y Turismo, parecía normal que siguiente como primero, y Economía, como segunda. Por eso me puso el alcalde el tercero.
-De ser el número 13 en la lista del PP, ha pasado a ser portavoz del equipo de gobierno del PP y, ahora, número dos del Ayuntamiento... ¿Lo esperaba?
-En absoluto. Yo empecé como concejal de Bailén Miraflores y estaba cómodo. Es una labor reconfortante porque hay relación directa con los vecinos. Eso en otras áreas no es tan inmediato. Siempre he querido alinear mi formación con mi carrera política y tuve la oportunidad de hacerlo cuando Carolina España se marchó al Congreso de los Diputados. Estaba la opción de coger Nuevas Tecnologías, que estaba un poco diluida en ese momento. ¿Llamar a eso carrera meteórica? Me atrevería a decir que he estado en el sitio adecuado en el momento adecuado.
-¿Aspira a ser alcalde de Málaga?
-En absoluto. Entiendo la política como una etapa transitoria de mi vida, que quizás se está extendiendo más de lo que pensé. Tengo vocación de ingeniero y trabajaré de ingeniero. Estaré el tiempo en que sea útil. El futuro no pasa por una carrera política de largo plazo.
-Pero si el alcalde y el partido así lo quieren ¿repetirá en las próximas elecciones?
-Sí, no tengo inconveniente en repetir porque hay proyectos que dejo a medias y me gustaría terminar pero no me gustaría extender mi labor política mucho más allá del siguiente mandato.
-¿Usted es un hombre de De la Torre o de Bendodo?
-Ese concepto no existe. A Elías lo conozco de hace muchos años; es una persona que sabe dar su sitio a cada uno de los líderes que tiene el partido en la provincia y eso lo evidencia todos los días en el Ayuntamiento, donde no entra y cuestiona una sola decisión que se toma. Pero tampoco entra en el resto de ayuntamientos con alcaldes fuertes. Intentar buscar si hay hombres de Elías o de Paco es más una ficción que una realidad. Los que estamos en el Ayuntamiento trabajamos por Málaga y no a las órdenes de ninguna línea política.
-En lo que resta de mandato, ¿dónde debe poner el equipo de gobierno el acento para no perder la mayoría absoluta?
-En reivindicar más la labor diaria y callada que hacen los concejales en los distritos. Con el presupuesto que hay se está defendiendo muy bien la gestión municipal y eso hay que reivindicarlo. Es verdad que se puede limpiar más. Es una de las asignaturas a la que le dedicaría más tiempo y presupuesto, a mantener limpia la ciudad y a generar más conciencia ciudadana. Un ejemplo. En un viaje a Tokio me llamó la atención que no había papeleras en las calles. La gente se llevaba el papel y lo tiraba en sus casas. Hay que imaginar lo que se ahorra en Tokio en limpieza.
-Un tema clave del mandato próximo será Limasa y la posibilidad de prorrogar el contrato. ¿Qué posición tiene usted?
-No debemos tocar nada hasta que termine este mandato, por respeto a los ciudadanos, porque es una decisión que debe tomar el siguiente equipo de gobierno. Sería partidario de no renovar y plantearme un nuevo concurso, no sé si con gestión pública o privada. Soy defensor de la privada, eso sí, con indicadores de calidad de servicio por parte del Ayuntamiento. Creo que al Ayuntamiento hay que dejar el papel de controlar la calidad del servicio. Incluso fraccionaría los perfiles. ¿Por qué tiene que estar la limpieza viaria en el mismo contrato que la recogida? ¿Por qué la recogida con el tratamiento de los residuos? Podrían ser tres contratos distintos.
-¿Esto lo ha hablado con el alcalde?
-Son modelos que hay, que están encima de la mesa. Hay que dejar de contratar por unidades y empezar a contratar por la calidad de servicio. Nadie se plantea cuando contrata una tarifa de móvil cuántas personas trabajan para mantener la red, lo que quieres es que el móvil tenga cobertura. Si me interesa que la ciudad esté limpia premiaré indicadores que así lo indiquen.
-Porque el sistema actual no funciona...
-No es que no funcione, pero sí hay que darle una vuelta. Niego la mayor cuando el PSOE e IU dicen que la ciudad está sucia. Pero es mejorable. Hay que cambiar el modelo pero hacia la calidad del servicio. ¿De qué me sirve que haya mil operarios si la sensación de limpieza no es correcta? ¿No es más lógico pagar a la empresa en función de la limpieza en lugar del número de operarios? Por eso defiendo una gestión privada, 100%. Con contrato de calidad de servicio y penalizaciones por incumplimiento. Si tienes un móvil y no te dan cobertura, lo que harás será cambiar de compañía.
-La última encuesta conocida le otorga al PP 16 concejales, tres menos que ahora. ¿Cree que esa es la tendencia?
-Creo que 16 es el resultado en el peor escenario que podíamos tener. En plena polémica por las tarifas del agua, en una situación económica con muchos ajustes en el país. Eso era abril. A partir de mayo empezamos a repuntar en empleo a nivel nacional, crecen los afiliados a la Seguridad Social, se genera ilusión con la salida de la crisis... Lo que preveo es una subida. Vaticino una subida. No creo que volvamos a 19, pero ¿por qué no pensar en 18?
-Al PP no le quedaba otra que ¿o De la Torre o De la Torre como candidato?
-Sinceramente, sí. Cuando De la Torre se planteaba continuar o no era un momento en que las siglas del partido no eran una ayuda clave para unas elecciones, hacía falta un personalismo fuerte. Al alcalde lo votan socialistas, de IU y hasta antisistemas, porque una cosa es la ideología y otra la decisión sobre quién quieres que gestione el parque donde juegan tus hijos o las actividades deportivas. Y ahí gana por goleada Paco de la Torre en comparación con cualquiera de los otros candidatos. Si tenemos un alcalde al que votan todos los perfiles parecía absurdo cambiar. Que continúe y acabe el mandato, como él ha dicho.
-De los proyectos que ahora hay en cartera, ¿cuál de ellos destacaría? ¿Y cara a futuro?
-Están los proyectos de ciudad, más mediáticos. Tenemos el parque del Benítez; el Cementerio de San Rafael, que será un gran parque; el bulevar; la zona de Martiricos... Y otros no tan mediáticos pero con un impacto social bestial, caso de un centro de mayores en Bailén Miraflores. Si nos vamos a proyectos más de calado, el proyecto del próximo mandato debe ser el del Astoria.
-Es un proyecto que parece estancado.
-Hay que pensarlo con calma. Siempre he dicho que hay que ser ambicioso. Es la mejor parcela de Málaga y no podemos pecar de imprudentes por las prisas. El PSOE e IU no se enteran. ¿Hay un proyecto serio para esa parcela ahora mismo? No lo hay. ¿Por qué? Porque tenemos una crisis. ¿Es el momento de tomar decisiones precipitadas? No. Y me gustaría que fuese el mandato del anillo ferroviario, porque eso supondría un impulso bestial para Málaga.
-Pero ese deseo contrasta con la realidad...
-Aún queda la esperanza y creo que existe alguna posibilidad de que ese anillo se realice. El alcalde y yo estamos trabajando para que ese anillo no se pierda. Creo seriamente que supondría un antes y un después para Málaga.
-Sobre el Astoria, ¿usted por qué apostaría?
-No tenemos una gran sala de conciertos. Una ciudad como Málaga podría tener una sala para 1.500 ó 2.000 personas para entrar en el circuito de artistas de invierto o primavera. Hay un nicho de mercado interesante. Lo vería en la planta baja, una ampliación de la Casa Natal de Picasso, algún espacio de exposiciones y, en la parte de arriba, una zona de restauración. Pero manda la iniciativa privada.
-La polémica abierta en relación con el Centro de Raquetas parece que tensionó la relación del equipo de gobierno con Damián Caneda.
-Achaqué sus palabras a que se estaba cuestionando la labor de Deportes y entendí que salía en defensa de su equipo. Sí es cierto que no era lo más apropiado al estar el proceso a la espera de que el juez decidiese si declaraba o no la suspensión cautelar de las obras. Una vez que el juez falla y considera que no hay ilegalidad manifiesta para parar la obra, queda en una mera anécdota. La oposición ha tratado de sacar su rédito.
-¿A usted la Alameda Principal semipeatonalizada, le encaja?
-Lo que me ha defraudado y es una lástima que por temas económicos tengamos que tener una parada de Metro en la calle Torregorda, cuando lo previsto era La Marina. Eso es un cambio de proyecto bestial. Si pongo una parada en mitad de la Alameda hay que ocupar las aceras... No conozco en detalle la solución técnica. Sí me preocupa que es una zona con una alta densidad de vehículos y con todas las cabeceras de autobuses. Me tranquiliza que el tema está siendo estudiado por los técnicos municipales y la solución garantizará que no haya colapso de tráfico. Pero no estaríamos hablando de esto si se hubiesen cumplido todos los plazos de la obra. Para colmo ni se cumple el llevar el Metro a un sitio como la Plaza de la Marina.
-Y del Metro, ¿qué opinión tiene? ¿Cree qué Málaga lo necesita?
-Si me hubieran preguntado a mí hubiese dicho no. ¿800 millones de euros? ¿Qué se podría haber hecho con eso? Podríamos haber soterrado el Guadalmedina entero. Si me hubiesen dado a elegir, si el Metro o el Guadalmedina, hubiese optado por el Guadalmedina.
-Probablemente la Junta tampoco pensó en gastarse ese dinero...
-Hay incongruencias. Al PSOE y a IU se les llena la boca hablando de lo público, pero cuando llega la hora de hacer una obra lo hace mediante una concesionaria. ¿Por qué no la asumió directamente la Consejería de Obras Públicas? ¿Para qué una empresa privada? Ha perdido el control de la obra, con lo que hay que firmar los sobrecostes que vienen. No hubiera hecho nunca una concesión para una obra pública.
-Porque pagar 70 millones todos los años por el Metro...
-Es una barbaridad. ¿Y por qué se paga ese dinero? Porque está mal diseñado el plan de explotación, porque si no llegas a los sitios clave cómo pretendes que se monten viajeros. Es una infraestructura muy lujosa para tan poca carga de pasajeros. Si abro un metro que no cumple las expectativas de llegada de viajeros hago una cosa absurda que seguirán pagando nuestros nietos hasta que se llegue al centro. Es una chapuza y ese tranvía que se han inventado para llegar a la zona norte es un absurdo. ¿Creen que los vecinos se van a subir al tranvía teniendo los autobuses? ¿Vamos a salvar los muebles de la explotación con un tranvía al Civil? Creo que no. Pero no hay una sola responsabilidad política, ni un cese, ni una dimisión tras incumplir todos los plazos, los acuerdos...
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