La palabra puede llegar a ser una perfecta cámara para realizar la fotografía que tiene la sociedad sobre temas tan candentes como la inmigración, el feminismo o la pandemia. Desde el plano léxico y prestando especial atención al significado connotado que esconden las palabras se extraen conclusiones sobre cómo pensamos los malagueños. Asociar histeria al término feminismo o negro al término inmigración puede resultar, qué menos, que alarmante. El grupo de investigación sociolingüística Vernáculo Urbano Malagueño de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad  esclarece este tipo de correlación, las cuales no necesitan mayor interpretación. Los expertos se encuentra sumergidos en el proyecto Observación del Pulso Social en Andalucía a través de Análisis Léxico: Pulso Andaluz.

El objetivo de este Proyecto es detectar el conocimiento que tiene la sociedad sobre aspectos sensibles actuales como la inmigración, el feminismo, la pandemia, el populismo, la educación sexual o el cambio climático entre otros. Aplicando la teoría matemática de los conjuntos difusos al análisis de datos lingüísticos estos investigadores tratan de encontrar determinados déficits perceptivos que puedan existir sobre realidades muy cercanas.

El primer grupo que será “fotografiado” por estos investigadores será el de los adolescentes y jóvenes. El proceso es sencillo: los expertos proponen un tema (estímulo) y los encuestados rellenan un formulario escribiendo todas las palabras que asocian a ese tema. A través del uso de estos cuestionarios de asociación léxica se acaparan datos de manera masiva en muy poco tiempo. Estos se complementan con un cuestionario sociológico y anónimo en el que se recogen datos personales sobre identidades individuales, la situación familiar o los hábitos de vida de la muestra estudiada.

Con este proceso, que a priori puede parecer denso pero sencillo, se pueden llegar a extraer conclusiones tan significativas como que la pandemia ha desarrollado un espíritu rebelde y reivindicativo en los jóvenes malagueños pero que a su vez se sienten cansados y saturados. A pesar de que Pulso se encuentra en una fase inicial, estudios previos complementarios del grupo han sacado a la luz estas conclusiones.

Tras una prueba piloto con una muestra de 52 estudiantes, los investigadores revelan que el concepto sobre la inmigración se modifica según si los estudiantes usan redes sociales o no lo hacen o lo hacen en menor medida. El primer grupo incluye en sus listados conceptos como papeles u otros peyorativos como negro. Al segundo se le vienen a la mente las palabras fronteras, África o barco cuando se les proporciona este estímulo. De la misma forma, los jóvenes que leen más de cinco libros al año tienen una percepción más amplia e incluyen términos como cultura o viaje. El dominio de varias lenguas también influye en la percepción de la realidad: los jóvenes plurilingües muestran puntos de vista más positivos sobre la inmigración que los que solo dominan una lengua.

Belén Extremera y Alba Segura, miembros del proyecto, en la fase de volcado de datos.

El grupo de investigación sociolingüística de la Universidad de Málaga lleva años tratando de describir el comportamiento lingüístico de los malagueños observando y analizando su léxico, es decir, el vocabulario que emplean a través de la metodología de la disponibilidad léxica. “Un ejemplo de aplicación de esta sería conocer qué palabras son las que más se usan para poder enseñar las partes de una casa en nuestra lengua a un extranjero”, indicaban Alba Segura y Belén Extremera, Personal Técnico de Apoyo del Proyecto. “En otras ocasiones nos hemos dado cuenta de que si acercábamos el dialecto a los inmigrantes, estos se sentían más integrados. Si empleaban la palabra mitad para pedir su café con leche, los camareros se solían interesar por ellos. A veces nos olvidamos de la importancia del lenguaje”, indicaba Antonio Ávila Muñoz, doctor en Filología Hispánica en la UMA e investigador principal de Pulso.

Aunque esta vez han ido más allá en la metodología de la disponibilidad léxica. Este es el primer estudio en una universidad andaluza que añade el concepto de centralidad. Dicha teoría permite conocer qué prototipo es el que predomina en las personas encuestadas. La fotografía que realizan en Pulso otorga menor relevancia a las palabras poco repetidas y a los conceptos a ellas asociados y así se puede obtener la percepción categorial de la sociedad, un reflejo verdadero. Los anteriores estudios abarcaban todo el listado de palabras, en este se seleccionan las más representativas. Así se obtiene la percepción compartida del grupo, el léxico que los representa.

La fusión de la matemática con la palabra

Dispocen supone otro de los platos fuertes de la investigación. Este programa informático sirve para obtener el índice de centralidad léxica a través de una herramienta basada en el lenguaje matemático estadístico. El investigador principal junto con el profesor asociado de la UMA Jose María Sánchez son los creadores de este sistema. El estudio se convierte en pionero por ser la primera vez que se usa una técnica de lingüística computacional en la universidad malagueña.

La muestra del estudio está formada por 600 alumnos del último curso de Secundaria, de Bachillerato y de cuarto de grado, la mitad de Málaga y la otra mitad de Cádiz. Se ha escogido este grupo porque se pretende incidir en la sociedad y “pensamos que la mejor manera es poner el foco en estas generaciones para poder actuar de forma real detectando las lagunas  o las deformaciones de las percepciones compartidas por los más jóvenes” según afirmaba Ávila. De esta forma, una vez que se lleguen a los resultados, se pretenden trasladar a los centros educativos y autoridades competentes para que conozcan la realidad y, en su caso, adopten medidas que palien sus efectos.

La Universidad de Málaga, la de Cádiz, la de Huelva y la de Sevilla se muestran implicadas en esta investigación que se prevé que finalice el 30 de junio de 2023. En ese momento, Pulso revelará la forma en la que laten los corazones las generaciones del futuro.