Málaga

Los pantanos de Málaga ganan ya el agua que consume la provincia en dos meses

Embalse de La Viñueña

Embalse de La Viñueña / M. H.

La borrasca Celia se ha resistido a abandonar la provincia malagueña. Durante la madrugada del miércoles no cesaron las precipitaciones, que se dejaron sentir hasta en la Axarquía, lo que alivia -aunque no soluciona- la situación de sequía en la que se encuentran los pantanos de la provincia de Málaga.

Atendiendo a los datos de la red Hidrosur (dependiente de la Consejería de Medio Ambiente), esta última semana los embalses han recogido más de 18 hectómetros cúbicos (13 hectómetros más que el día anterior), lo que se estima que equivale aproximadamente a poco más de tres meses de consumo en la capital malagueña y roza los dos meses en la provincia, donde se suelen distribuir unos 114 hectómetros cúbicos anuales (datos consultados a última hora de la tarde de ayer).

No obstante, se espera que, en los próximos días, con las escorrentías y las presas de derivación, estas cifras se dupliquen, ha informado a este periódico el delegado territorial de Agricultura, Ganadería y Pesca en Málaga, Fernando Fernández- Tapia.

Con las lluvias de Celia, la presa del Conde del Guadalhorce (Ardales) ha subido cuatro hectómetros; mientras que La Concepción y los embalses Guadalhorce-Guadalteba más de tres. Estos son los grandes beneficiados por la borrasca. La Viñuela -el más castigado por la sequía- dos hectómetros con respecto a la semana anterior (9 de marzo). Por su parte, Casasola y Limonero apenas han llegado al hectómetro.

Como es habitual, el embalse de Guadalteba es el que mejor situación presenta de toda la provincia, con el 50,46% de su capacidad. Aunque sus reservas se posicionan en cabeza, con 77,36 hectómetros cúbicos, el año anterior en esta misma fecha acumulaba 124,73 hectómetros cúbicos.

A la cola se sitúa el pantano de La Viñuela. Es el más grande de la provincia –le caben 142,4 hectómetros– y se encuentra al 15% de su capacidad, después de ganar algo más de dos hectómetros. Actualmente contiende 26 hectómetros cúbicos, una cifra que duplicaba en 2021. El resto de embalses oscilan entre el 30 y 40% de su capacidad.

Cabe recordar que el agua que la población malagueña consume no viene derivada exclusivamente de los pantanos, sino que también procede de pozos y desaladoras que gestionan tanto los ayuntamientos como las empresas dedicadas a suministrar el agua a los municipios.

Toda esta agua es bien recibida, aunque de momento no va a hacer que se relajen las medidas adoptadas el pasado viernes por la Comisión de la Sequía. Destinar agua potable al riego de jardines, baldeo de calles, llenado de piscinas privadas y lavado de coches en lugares no autorizados fueron algunas de las prohibiciones que se tomaron, ha recordado Fernández.

El campo se ahoga 

El delegado provincial también ha mencionado que la Junta también está llevando a cabo medidas de apoyo, basadas en subvenciones y exenciones, para el campo andaluz, con el fin de paliar la grave afección actual de la sequía sobre los sistemas de producción agrícola y ganadero. Eximir de la obligación de sembrar al menos tres tipos diferentes de cultivos y rebajan son algunas de ellas.

Si bien, los ganaderos consideran "insuficientes" estas actuaciones. El secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) en Málaga, Francisco Moscoso, pide a las administraciones cubas de manera "urgente" y "gratuita" y "permisos para hacer abrevaderos", ya que, de lo contrario, sus animales no sobrevivirán, asegura.

"También necesitamos infraestructuras para el regadío, no hacemos nada con 100 litros que caigan. El olivar, por ejemplo, necesita 600", reclama Moscoso.

Por su parte, Fernández explica que la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca ya trabaja para abrir una línea de subvención para que los agricultores y ganaderos puedan hacer conducciones o depósitos de agua con el objetivo de garantizar el consumo a sus explotaciones.

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