Málaga

Una plataforma de comida casera

  • Un malagueño crea Linkinfood para poner en contacto a personas que cocinan con las que no tienen tiempo, pero quieren comer como en casa

El joven que ha impulsado la iniciativa, junto a otros integrantes de Linkinfood.

El joven que ha impulsado la iniciativa, junto a otros integrantes de Linkinfood. / ep

Un malagueño ha creado la plataforma social Linkinfood que pone en contacto a personas que cocinan y que suelen elaborar bastantes platos, o mucha cantidad, y a ciudadanos que necesitan o quieren disfrutar de comida casera pero que, por falta de tiempo, conocimientos o ganas, no se ponen manos a la obra.

El objetivo es unir a estos dos grupos de personas, para lo cual se proporciona esta plataforma de economía colaborativa, según indicó a Europa Press Darío Carrasco, su creador, quien ha explicado que ya hay registrados más de 500 cocineros en todo el país. No obstante, confían en superar los 2.000 en el mes de octubre, cuando comenzará a funcionar a pleno rendimiento, coincidiendo con el fin del verano, la vuelta a la rutina y a las clases de los universitarios, que ven como potenciales usuarios.

El beneficio, ha explicado, es mutuo puesto que los denominados cocineros dan salida a su comida y, al tiempo, comparten los gastos derivados de su elaboración. Pos su parte los usuarios disfrutan de comida casera de manera "rápida y económica".

El precio máximo por táper, que puede ser calentado en microondas, es de tres euros y quien elabora la comida pone el coste, teniendo en cuenta la materia prima empleada, la luz, agua, el tiempo utilizado, etcétera. No obstante, no se puede superar esos tres euros, ha explicado este profesor de Educación Física con estudios de Business Management en el extranjero y con experiencia en hostelería.

Linkinfood nace de la necesidad de ayudar a las personas "a compartir gastos en algo tan básico como es comer, una necesidad que todos tenemos y a diario". Todo se originó por la demanda personal de Carrasco, quien acudía a casa de su madre y se llevaba la comida que ella había preparado de más. Al mudarse a otro punto de Málaga la distancia ya era mayor y pensó en crear una plataforma que contactara a personas que hacen de comer con otras que quieren llevarse a la boca platos caseros recién hechos. En la iniciativa han participado seis personas y, tal y como indicó Carrasco, se trata de algo similar a BlaBlaCar "pero de comida". "Hay muchos universitarios que no tienen tiempo o no quieren cocinar y creemos que esta es una opción muy económica y, además, con comida casera", destacó, aunque ha considerado que cada vez son más los trabajadores que optan también por unirse a esta comunidad, que suma entre 20 y 30 registrados cada día. La comida que se vende se traslada de la sartén o la cazuela al plato, en este caso, al táper, que es "un poco más grande de lo habitual".

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