Polizones en busca de cocaína: llega a Málaga un barco que un comando armado asaltó en aguas portuguesas

Bajo amenaza, supuestamente dos hombres forzaron a la tripulación a refugiarse en la sala de máquinas mientras buscaban la droga presuntamente oculta en el interior, según distintos medios lusos

El puerto de Málaga, un punto caliente en la logística del narco, sigue sin escáner para detectar droga

El buque Odysseus / Vesselfinder

Asalto armado a un barco a manos, supuestamente, de un comando que pretendía hacerse con un alijo de cocaína antes de su entrada en Málaga. El buque mercante, de nombre Odysseus y con bandera liberiana, ha llegado este sábado a la Costa del Sol, según confirma la plataforma Vesselfinder. Todo apunta a que el suceso, ya bajo investigación de la Policía Judicial portuguesa, está relacionado con el narcotráfico.

La información recogida por distintos medios portugueses recogen que la nave había sido atacada en la madrugada del miércoles por al menos dos hombres armados y encapuchados frente a las costas del Algarve. Zarpó desde el puerto de Vigo con destino a Málaga tras haber pasado previamente por los puertos ecuatorianos de Guayaquil y Posorja, ambos señalados por la presencia de mafias de la cocaína. Poco después de abandonar aguas gallegas, los supuestos narcos, con acento de Europa del Este, lograron abordar el buque. Bajo amenaza de armas, supuestamente forzaron a la tripulación a refugiarse en la sala de máquinas mientras buscaban la droga presuntamente oculta en el interior.

La Armada portuguesa reaccionó con rapidez al recibir la alerta y desplegó una fragata en el Algarve, desde la que tomó el control de la embarcación. Según los datos publicados por el diario luso Correio da Manhã, en el operativo participaron también un helicóptero y un equipo de asalto.

A pesar del amplio despliegue, durante el registro del buque no fueron localizados los secuestradores, lo que alimenta la hipótesis de que huyeron antes de la llegada de los militares. Al menos dos tripulantes podrían haber sido retenidos en la sala de máquinas para obligarlos a revelar la ubicación exacta de la droga.

La embarcación permaneció fondeada a unos diez kilómetros de Lagos, mientras continuaban las labores de rastreo en busca de los responsables. Los investigadores sospechan que los asaltantes se afanaban en recuperar la sustancia estupefaciente antes de que el mercante se adentrara en Málaga, aunque por el momento no ha sido confirmado si los autores eran los propietarios del alijo o si su intención era arrebatárselo a otros narcotraficantes.

Otros medios portugueses, como Público, que también se ha hecho eco del asalto, afirman que la Autoridad Marítima Nacional y la Marina aseguraban estar garantizando la seguridad de los buques mercantes frente a las aguas del Algarve. Ambas emitieron un comunicado aclarando que el Centro de Operaciones Marítimas (Comar) recibió, el miércoles por la noche a las 23:00, una alerta del Centro de Control de Tráfico Marítimo (CCTM), de la Dirección General de Recursos Naturales, Seguridad y Servicios Marítimos (DGRM). En el aviso se informaba de una comunicación por radio del buque mercante Odysseus que alertaba de la presencia a bordo de elementos ajenos a la tripulación y solicitaba asistencia a las autoridades portuguesas. En ese momento, el buque navegaba frente a la costa del Algarve.

El caso, añade el Diario de Pontevedra, recuerda a otro episodio ocurrido apenas mes y medio atrás, cuando un barco que cubría la misma ruta entre Vigo y Málaga fue objeto de un intento de abordaje similar. En aquella ocasión, la operación resultó abortada por la Guardia Civil, que incautó 1.300 kilos de cocaína listos para su descarga en cubierta.

El jugoso negocio de la droga acecha los puertos

La inusitada entrada de cocaína en los últimos años, con un mercado saturado de droga y la cifra de incautaciones al alza, coloca a los puertos españoles en el punto de mira. Camuflada entre plátanos, congelados o en patos de goma, la cocaína viaja, la mayoría de veces, desde Colombia a la Costa del Sol para su posterior distribución a Europa. Fuentes policiales y judiciales insisten en que los recintos portuarios son ya una de las principales puertas de entrada de drogas a Europa. El de Málaga no es una excepción. Y tanto es así que la Fiscalía General del Estado en su última memoria, relativa a 2024 y hecha pública este viernes, pedía más esfuerzos para blindar lo que se erige en un ecosistema aparentemente impenetrable y desconocido, pero muy atractivo para el narco.

El documento del Ministerio Público advierte de que el puerto malagueño continúa sin un escáner público para detectar anomalías en los contenedores que transitan por su interior. Y subraya que la empresa privada que facilita este sistema contaba con trabajadores actualmente investigados por colaborar supuestamente con organizaciones criminales. Se refiere a la detención en noviembre del ejercicio pasado de cuatro estibadores que, según las pesquisas, extraían alijos de cocaína ocultos en los contenedores, lo que se sumaba a otras operaciones desarrolladas años atrás y que evidenciaban que los traficantes habían abierto una vía de entrada sólida.

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