El padre Agustín, prior de los Agustinos de Málaga, sobre el nuevo Papa León XIV: "Es un auténtico pastor"

"Es un magnífico religioso, un hombre de Evangelio, sencillo, cercano y muy empático". Con estas palabras describe el padre Agustín Herrero, prior de la comunidad agustiniana de Málaga, al nuevo Papa León XIV, a quien conoció en su etapa de Prior General de la Orden de San Agustín durante una visita que Robert Prevost hizo allá por el año 2007 al colegio Los Olivos de la capital. Además, para el religioso malagueño, el recién elegido Pontífice es "un auténtico pastor", algo que, según dice, demostró cuando ejerció como obispo en Perú, en la Diócesis de Chiclayo, de quiénes se ha acordado este jueves en su primer discurso desde el balcón del Vaticano, ante la multitud reunida en la plaza de San Pedro.

"Como decía Francisco, olía a oveja, estaba con la gente sencilla", comenta, en relación con su faceta de obispo. Así, el padre Agustín no oculta su alegría tras la decisión del cónclave: "Para nosotros que un miembro de nuestra comunidad sea Papa es motivo de alegría y de orgullo". En declaraciones a este periódico, el prior recuerda que durante su visita a Málaga, en abril de 2007, pudieron compartir "unos días muy agradables" con Prevost.

De esa visita al colegio Los Olivos, el padre Agustín recuerda un "pequeño detalle" que le sorprendió especialmente, según cuenta. "Decía que la comida estaba riquísima, y siempre, todos los días después de comer bajaba a ver al personal de cocina y les daba las gracias", recuerda. "Tomaba mucha conciencia de los que pasan desapercibidos", concluye.

No fue esta la única vez que el padre Agustín coincidió con Robert Prevost, a quien ha tenido la oportunidad de saludar en otros encuentros de la comunidad agustiniana. Siempre extrayendo la misma sensación: "La imagen que tengo de él es de muy buena persona y muy entrañable".

Sobre la elección del nombre de León XIV al ser designado nuevo Papa, la lectura del padre Agustín va en la línea de la relación que unía a León XIII con los Agustinos. "León XIII fue un papa que tenía mucha amistad con los Agustinos, fue de niño monaguillo y durante su papado canonizó a todos nuestros santos allá por el siglo XIX", explica el religioso, que considera que "es probable que haya escogido el nombre de León por eso".