Comienza la recogida del pistacho en la Serranía de Ronda
La comarca es una de las zonas en las que se introdujo este cultivo y cuenta con unas 200 hectáreas
Un salchichón ibérico con sorpresa: los pistachos de Ronda
La Serranía de Ronda es una de las zonas de Andalucía en las que se introdujo el cultivo del pistacho hace ya algunos años. Un producto de moda que ofrece mayor rentabilidad a los agricultores, aunque tiene sus complejidades y dificultades, entre las que destaca en largo periodo que se debe esperar para que comiencen a producir cosechas rentables. Aunque en los primeros momentos se hablaba de unos seis años para alcanzar un punto de crecimiento óptimo, en la actualidad se estima que son necesarios entre 8 y 10 para que el árbol llegue a su edad adulta y entre en plena producción. Eso sí, esta larga espera también tiene su recompensa en forma de longevidad, se estima que su vida oscila entre los 150 y 300 años.
Su lento crecimiento es uno de los principales problemas a la hora de decidirse por este cultivo, a lo que se añaden otros como el poco tiempo que tiene que transcurrir entre la recogida y el secado, un máximo de 48 horas. Uno de los principales impulsores del pistacho en la Serranía es Joaquín Becerra, que en la actualidad gestiona unas 90 hectáreas de las 200 que existe en estos momentos en la comarca. “Está siendo más complejo de lo que se pensaba en un primer momento”, reconoçió Becerra.
En su caso, las primeras plantaciones han alcanzado ya los ocho años de edad y este año están teniendo su primera producción destacable. “Este año sí podemos decir que tenemos una buena producción, aunque también es verdad que los dos anteriores han estado marcados por la fuerte sequía que hemos sufrido”, explica. Precisamente, las abundantes lluvias que se produjeron durante este último año hidrológico han ayudado a que los árboles pueda desarrollarse adecuadamente y dar origen a una buena cantidad de frutos.
En la actualidad se encuentra en el inicio de la campaña con la recolección de las variedades más tempranas, un trabajo que se realiza con el mismo sistema de recogida de la aceituna. Eso sí, las máquinas y tractores que utilizan el sistema de vibración y paraguas no necesitan de apoyo de peones en tierra, ya que el pistacho se desprende con mayor facilidad de las ramas y no hay que recurrir a varear a mano. Este hecho hace que dos máquinas sean capaces de recoger unas siete hectáreas al día. A pesar de las buenas previsiones, Becerra todavía no se atreve a realizar una valoración total de la producción. “Estamos todavía demasiado al inicio de la campaña”, afirma.
En cuanto al destino de estos pistachos, una vez secados y calibrados por tamaño, serán destinados a la venta a granel en gran medida. No obstante, desde esta empresa han comenzado ya también a comercializar sus propios pistachos bajo la denominación de Ronda Pistachos. Una marca de dispone de pistachos ya tostados y salados para su consumo como snacks y una gama sin sal que están destinados a la restauración y a la repostería.
Además, con la entrada en su etapa de plena producción también se espera que en los próximos años el número de kilos de pistachos en la Serranía se pueda aumentar de forma considerable. “Nuestras estimaciones apuntan a que deberíamos multiplicar por tres el número de kilos actuales, siempre que contemos con unas condiciones climáticas mínimamente aceptables, señala Becerra.
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