Todos los sindicatos del Hospital Regional de Málaga convocan cinco días de huelga: "La situación ya es demasiado agotadora y peligrosa"

Hospital Regional. / M. H.

Todos los sindicatos del Hospital Regional de Málaga han convocado una huelga de cinco jornadas seguidas. El paro está previsto entre el 3 y el 7 de noviembre. Así lo ha aprobado este viernes la Junta de Personal que conforman las seis organizaciones, CSIF, UGT, CCOO, SATSE, SMA y FTPS, con representación en el complejo sanitario. Justifican la protesta en la falta de plantilla y de medios, toda vez que denuncian la ausencia de contrataciones en todas las categorías y la movilidad de los profesionales de unas unidades asistenciales a otras.

En palabras de Juan Ignacio Anguita, presidente de la Junta de Personal del Regional, la situación a la que se ven sometidos los sanitarios “es demasiado agotadora y peligrosa desde el punto de vista asistencial a los pacientes”. La decisión de unir fuerzas responde a dos puntos en común que, fundamentalmente, tienen todas las categorías profesionales. Uno de ellos, el mantenimiento del 100% de la plantilla, “que ya está en mínimos”. “No nos valen discusiones de números porque en la práctica puede ser engañoso, sino hacer los contratos suficientes como para que se noten los cambios en el día a día”, asevera. La segunda reivindicación es “acabar con la práctica de movilizar” a los sanitarios “de una unidad a otra”: “No es un remedio y ello provoca un estrés añadido”.

El problema de la sanidad, denuncia, es el mismo en todos los casos. Falta "inversión". "Se está intentando normalizar lo que está ocurriendo y eso es muy grave. Cualquier persona que pasea por la calle ya tiene interiorizado que, en periodo de vacaciones, se cierran plantas y se colapsan las urgencias", subraya el portavoz de la Junta de personal, que considera que el único objetivo, real, de la administración es "ahorrar dinero".

No será la última protesta sanitaria a corto plazo. Anguita advierte de que seguirán "concienciando a la sociedad de que lo que está pasando es peligroso". "Si tenemos que hacer una huelga de una semana o sine die, lo haremos", apostilla.

La última convocatoria de huelga en el ámbito sanitario reunió en la capital malagueña a cientos de facultativos, que llegados de toda la provincia inundaron el centro de la capital para protestar contra el borrador del Estatuto Marco propuesto por el Gobierno donde "empeora" sus condiciones laborales.

Unos 1.000 profesionales sanitarios, según las cifras que manejaban entonces los sindicatos, salieron a la calle para luchar por sus derechos laborales. Lo hicieron al unísono en toda España donde hubo un seguimiento masivo. Muchos coincidieron en que esta protesta igualaba en números a los de junio de este año. Los médicos malagueños, vestidos con sus batas blancas y armados con pitos y pancartas, reivindicaron unas mejores condiciones donde no haya guardias de 24 horas en las que encima no se cotice de cara a su jubilación.

En agosto, eran las enfermeras en la UCI del Hospital Regional las que denunciaban la "alarmante escasez" de profesionales. La Plataforma Enfermera por Andalucía (PEPA), organización creada hace poco más de un año para defender los intereses del colectivo, consideraba que la falta de estos profesionales en la Unidad de Cuidados Críticos es "explotación laboral" y un "flagrante peligro para la seguridad el paciente". La queja de la Plataforma se conoció un par de días después de que casi una veintena de enfermeras de la UCI remitieran un escrito a la dirección advirtiendo que ante la falta de personal no podían garantizar "una atención segura". Una advertencia a la que se sumó entonces el Sindicato de Enfermería (Satse), que alertó de que la escasez de estos trabajadores podría derivar en "negligencias".

También CSIF protestó por los descubiertos y la no cobertura de vacantes de celadores. El centro sanitario replicó que ha reforzado la plantilla estructural de enfermería y que ello ha permitido una mejora de la ratio por paciente. Respecto a ambas quejas -la de los enfermeros y de los celadores-, insistió en que planifica los recursos según la actividad para la cobertura de turnos y toma las medidas organizativas necesarias para garantizar la asistencia. Además, remarcó el reconocimiento al trabajo de los profesionales y "el compromiso con la seguridad del paciente".

El escenario se veía desde otra perspectiva por parte de la PEPA, que estimó en "más de 2.700" las horas sin cubrir en esta categoría en la UCI en los últimos cuatro meses. Además, la organización calculó que entre agosto y septiembre, por esa falta de cobertura, el SAS se ahorra casi 30 contratos de enfermería a jornada completa "sólo en la UCI de adultos a costa de la sobrecarga del personal" y "del riesgo y abandono para los pacientes". Según la Plataforma, "los recortes" habían obligado a "suprimir de manera crónica una de las tres enfermeras que hay por turno". La PEPA insistió en que "es inaceptable" que en la UCI de un hospital de tercer nivel como el Regional donde se reciben pacientes de alta complejidad "se escatime en recursos humanos esenciales" y la sobrecarga de trabajo sea "inasumible".

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