El sistema antiplagio se utiliza en el 60% de los trabajos de fin de grado y de máster

El sistema antiplagio de la Universidad funciona de manera generalizada desde el curso 2014-2015. La herramienta Unicheck, a la que se le dio luz verde poco después, fue utilizada el ejercicio pasado por el profesorado en el 60% de los proyectos de fin de grado y de máster para comprobar entre millones de publicaciones si los alumnos habían recurrido al popular copia y pega. Así, permitió analizar 102,571 trabajos de clase elaborados en Grados, 9.362 en Másteres oficiales y 2.885 en titulaciones propias.

En cuestión de 20 ó 30 minutos, según la extensión del documento, la aplicación extrae el porcentaje de coincidencia con otras publicaciones así como la fuente original, aunque no existen cifras oficiales de cuántos textos han resultado plagiados. Los profesores advierten previamente a los alumnos de que cuentan con un sistema que alerta de este tipo de trampas y estos deben aceptar las condiciones para la entrega del trabajo a través del Campus Virtual. Los docentes emplean el mismo método para frenar los fraudes en la elaboración de tesis doctorales, aunque existen numerosas aplicaciones informáticas capaces de rastrear documentos publicados y detectar párrafos copiados, sin haber utilizado citas textuales, incluyendo la frase o el párrafo del original, o bien sin acreditar la autoridad y fuente mediante una cita o referencia bibliográfica.

El máximo castigo se basa en el suspenso. Ese fue el caso de un alumno de otra universidad que había presentado un trabajo de fin de grado correspondiente a un alumno de Málaga. Únicamente había cambiado el nombre. Solo se iniciaría un procedimiento legal si el autor plagiado interpusiera una demanda, pero al no haber lucro en el plagio, según las fuentes consultadas, pocos se plantean recurrir a los juzgados.