El suplicio de un paciente para llegar al Hospital Regional de Málaga desde su casa: horas esperando una ambulancia y "un tapón" en la entrada
El familiar asegura que el transporte sanitario nunca apareció y que luego en Urgencias "no había forma de llegar a la puerta"
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"Esto es una ratonera". "No hay forma de llegar a la puerta". Es la queja de uno de los familiares de un paciente de 90 años que el pasado domingo, 28 de diciembre, acudió a las Urgencias del Hospital Regional de Málaga y que, según su testimonio, al llegar se encontraron con una cola de vehículos esperando que, entre ambulancias y coches particulares, sumarían unos siete. Todo ello, añade, después de haber estado alrededor de dos horas y media esperando una ambulancia que nunca llegó porque, según asegura que le dijeron, "no había ninguna disponible".
Así lo explica David Ortiz, que cuenta que el domingo a las 12:00 horas su hermana le avisó de que iba con su padre a Urgencias. Había llamado a una ambulancia a través del botón rojo de teleasistencia, la operadora que le atendió pasó el aviso al 061 y le dijo que le iban a mandar a una pero ya le advirtió que tardaría en llegar porque iba "con demora". Nunca llegó, asegura David. "La propia operadora la llamó tres veces mientras esperaba para preguntarle si ya había llegado la ambulancia y al decirle que no la volvió a reclamar", dice. Al final, según sus palabras, le dijeron literalmente que "no hay disponibles".
Según su relato, su hermana estuvo alrededor de dos horas y media esperando la ambulancia en casa de sus padres. "Cuando me llamó mi hermana yo estaba en el centro, paseando a la perra, y me fui andando a mi casa, que vivo en La Trinidad. Tardé media hora. Cogí la moto y me fui a casa de mis padres, que viven por la plaza José Bergamín, y cuando llegué todavía no había llegado la ambulancia", narra. "La idea era que ella se fuera con mi padre al hospital y yo me quedase con mi madre, que también está mayor y delicada", explica David, que lamenta que "tuvimos que dejar a mi madre sola para ir los dos en el coche hasta Urgencias". "No es verdad que estén los enfermos atendidos, no hay ambulancias suficientes", critica.
Después, al llegar a las Urgencias del Hospital Regional asegura que se encontraron con "un tapón tremendo". "La entrada es una ratonera, un auténtico embudo", insiste este familiar, que asegura que "no había forma de llegar a la puerta". Cuenta que en la rampa que sube hasta el acceso a Urgencias había una ambulancia soltando a un paciente, detrás un coche, luego ellos y detrás suya otros dos coches y otras dos ambulancias. "No sé quién diseño eso", comenta, quejándose de que "todos tienen que pasar por un espacio mínimo donde tiene que pararse la ambulancia, bajar al enfermo, hacer la admisión, recoger todo e irse". "Eso lleva un tiempo, no es que estén ociosos", afirma, insistiendo en que "no tengo absolutamente ninguna queja de las personas que allí trabajan".
Según subraya, la cola podía llegar a los "unos treinta minutos". "La gente tiene que ir andando", subraya, asegurando que vio hasta "una señora mayor con la cabeza vendada andando" para llegar. "Una vergüenza", resume. Es lo que él hizo, según cuenta: "Optamos por bajar yo, con mi padre, los dos andando muy despacito por la rampa hasta llegar a admisión".
Una vez dentro. Más problemas. "Mi padre no se podía sostener en pie y también me dijeron que no había sillas de ruedas. Se sentó en una silla de la sala de espera y una enfermera, muy atenta, me dijo que iba a ver si había alguien que la necesitara menos para dársela a mi padre. O sea, le quitaron la silla a alguien para dársela a mi padre, así está la cosa", afirma, incrédulo.
Tampoco había boxes libres, según dice, aunque con todo, de la atención sanitaria que recibió no tiene ninguna queja. "Estuve allí toda la tarde, le hicieron todas las pruebas... había gente para reventar. Allí trabajaban a destajo, no paraban", asegura y, añade, que cuando se marchaban en la puerta "seguía el mismo tapón": "Volví a bajarlo por la rampa andando y estuvimos dentro del coche ahsta que se quitó la ambulancia que había delante y pudismo irnos".
La respuesta del hospital
Desde el Hospital Regional de Málaga han asegurado que el acceso de vehículos a la zona de Urgencias "está regulado de forma permanente por el personal de seguridad del centro, con el objetivo de garantizar la seguridad y la fluidez en una zona asistencial crítica". Reconocen que "de manera puntual, especialmente en momentos de alta afluencia", puede producirse "alguna retención temporal derivada de la coincidencia de varios vehículos y ambulancias, así como de la propia configuración del acceso", pero subrayan que estas situaciones "se gestionan y resuelven con rapidez para evitar incidencias mayores".
En cuanto a los medios materiales, el hospital afirma que dispone de sillas de ruedas y camillas "suficientes para la atención a los pacientes, si bien en determinados picos de actividad pueden producirse momentos de alta demanda en los que se prioriza su uso para los pacientes que clínicamente lo requieren, reorganizándose los recursos conforme avanza la atención".
Respecto a la asistencia mediante ambulancia, fuentes del Hospital Regional inciden en que "el sistema de emergencias prioriza siempre los casos urgentes y vitales, lo que puede conllevar tiempos de espera mayores en situaciones no graves, garantizando en todo momento la atención sanitaria necesaria".
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