Una vida de lujo

Salir de compras

No son buenos tiempos para la economía, y por ende, no son buenos tiempos para los caprichos. ¿O sí?

Demetrio De La Torre / Málaga

24 de septiembre 2011 - 17:53

No son buenos tiempos para la economía, son muchas las familias que se aprietan el cinturón, como popularmente se dice en el argot popular. Y por ende no son tiempos para los caprichos . ¿O sí? Lo cierto es que si se miran las cuentas de las firmas de lujo y sus facturaciones anuales, dicsan mucho de resultar alentadores para quienes no saben cómo llegar a fin de mes. El lujo gusta y mucho, y no solo gusta, sino que crece.

Las economías pudientes no entienden de crisis y las firmas no dudan en satisfacer sus deseos, y se afanan en crear auténticos objetos de deseo, que gustan a la vista y dejan las cuentas casi temblando. Esto lo confirma la especialista en asesoramiento de imagen y personal shopper, Belén del Campo, cuando afirma "estar acostumbrada" a tratar con personas de "nivel económico alto". En palabras de la experta en imagen personal, "Aunque pueda parecer irreverente, hay economías que no adolecen de las estrecheces de este mal generalizado que es la crisis económica" y al preguntarle por el perfil de éste público añade "se trata de personas que mantienen un equilibrio social y económico gracias a un patrimonio que los sustenta y que no se ven habitualmente en la tesitura de preguntar qué vale cada prenda".

Para del Campo, estos gastos se pueden interpretar como "caminos convergentes" con la posición económica de quién compra determinados productos, aunque completa "la mayoría de las veces, el misterio y la fascinación de una persona con estilo se pierde entre tanto consumo. " No son pocas las firmas con precios altos o muy altos que abren sedes en Málaga o en la provincia, especialmente en lugares cómo Marbella, cuya Milla de Oro, como muchos la llaman, es el nuevo paraíso de los ricos rusos y de las fortunas emergentes del este.

Sin embargo, en las calles más céntricas de Málaga cada vez es más frecuentes encontrar pequeñas boutiques multimarca, que albergan firmas como Moschino, Armani Collezioni, Marc Jacobs o Marni.

Estos pequeños, aunque no por ello poco cotizados, establecimientos, conviven con otras grandes firmas de fama y reconocimiento internacional que hacen las delicias no solo del público malagueño, si no del cada vez más afluente público extranjero que visita la ciudad.

Es el caso de establecimientos como Swarovski, que recientemente ha abierto sus instalaciones en la capital. La firma de cristales por excelencia se encuentra en un periodo de pleno crecimiento desde 2004, y se lanza a la conquista del público malagueño. Otro ejemplo es el de la firma de joyería y complementos Tous, cuyo mítico osito, lleva años siendo uno de los referentes del lujo en la ciudad. Que duda cabe que el lujo no entiende de crisis, y las economías pudientes siguen consumiendo sus productos. Pese a todo, hay cosas que el dinero no puede comprar, y para muchos eso sí que es un verdadero lujo .

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