Málaga

La petición de ayuda contra la violencia machista en Málaga se triplicó en el confinamiento

  • Un total de 3.310 mujeres cuentan en Málaga con protección activa por violencia de género

  • El Instituto Andaluz de la Mujer ha gestionado un 54% más de acogimientos de emergencia

Cabeza de la manifestación el 25 de noviembre de 2019.

Cabeza de la manifestación el 25 de noviembre de 2019. / Javier Albiñana (Málaga)

La pandemia obligó a todos a encerrarse en casa, también a mujeres y menores con sus maltratadores. Y mientras se luchaba contra el virus, 41 mujeres y cuatro menores fueron asesinados este 2020 en España. La incertidumbre, los problemas económicos y el confinamiento avivaron la violencia en el hogar y eso se tradujo en más miedo y más peticiones de ayuda. El número de altas diarias en el Sistema VioGén, que desarrolla medidas preventivas, de seguimiento y protección a las víctimas de violencia de género, se triplicó desde la segunda quincena de marzo a la segunda de junio.

En total hay 3.310 mujeres que cuentan en la provincia con protección activa por violencia de género. El 45% de ellas tienen entre 31 y 45 años y el 70% son españolas, según los datos de la Unidad contra la violencia sobre la mujer de la Subdelegación del Gobierno en Málaga.

También aumentaron mucho las atenciones en el Instituto Andaluz de la Mujer, organismo que gestionó este año un 54% más de acogimientos en centros de emergencia de Málaga, por los que han pasado 256 personas en lo que va de año. Se trata de 24 mujeres más que en 2019 que han visto un riesgo inminente para su seguridad y la de sus hijos.

Además, entre el Centro Provincial y los Centros de Información a la Mujer de los municipios se han realizado 7.761 atenciones. De ellas, más de 2.500 sobre violencia de género, un 9% más que ene el mismo periodo del año pasado. En el teléfono 900, de enero a septiembre se han recibido 6.234 llamadas, un 36% más que en 2019.

“La pandemia ha dificultado la tarea, pero se ha dado respuesta a todas las mujeres que lo han necesitado, las atenciones fueron telefónicas primero, presenciales después y se ha trabajado a destajo, lo cual quiero agradecer a todas las técnicas”, explica María Encarnación Santiago, asesora de programa del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) en Málaga.

"Pretendemos transmitir el mensaje de que no están solas, que hay recursos a su disposición, que hay esperanza"

“Pretendemos transmitir el mensaje de que no están solas, que hay recursos a su disposición, que hay esperanza y atención para garantizarles su seguridad y el inicio de una nueva vida”, agrega Santiago. Igualmente apunta que todos los programas cuentan con un aumento presupuestario. Este año la campaña pretende seguir incidiendo en la responsabilidad social de todos frente a la lacra de la violencia contra las mujeres.

Andrea Barbotta, portavoz de la plataforma Violencia Cero, apunta que “a pesar de que era complicado que las mujeres pudieran denunciar con su maltratador en casa, según los datos del teléfono 016 las llamadas aumentaron casi un 50%, lo que puede dar una idea de la magnitud de lo que han pasado las mujeres”. Entre enero y junio se pusieron más de 3.000 denuncias, agrega Barbotta.

“Se han vivido situaciones muchísimo más difíciles y, aún estando ellas frente a un riesgo mayor y sintiéndose los maltratadores en una posición más cómoda, han aumentado las denuncias”, añade la portavoz de la plataforma Violencia Cero.

"Se han vivido situaciones muchísimo más difíciles y, aún estando ellas frente a un riesgo mayor, han aumentado las denuncias"

“También se agrava el problema porque tenemos a una extrema derecha que está siendo socio necesario para gobernar y que niega la existencia de la violencia machista, lo cual es muy peligroso, tenemos que estar muy atentas para no permitir que se den pasos atrás”, destaca Barbotta.

Mujeres portan la lista con todas las asesinadas desde 2003. Mujeres portan la lista con todas las asesinadas desde 2003.

Mujeres portan la lista con todas las asesinadas desde 2003. / Javier Albiñana (Málaga)

Pilar Iglesias Aparicio, presidenta de la Federación Gloria Arenas, destaca que si bien han disminuido los asesinatos en este 2020 “han aumentado espectacularmente las llamadas de auxilio porque la violencia estaba más que presente en estos meses de aislamiento” y señala que el whatsapp ha sido fundamental durante el confinamiento.

“Una cuestión que nos preocupa muchísimo son los efectos a largo plazo, las mujeres que denuncian son la punta del iceberg, la violencia invisible es muy amplia”, indica. Y subraya que la falta de presencialidad pone de manifiesto la brecha digital de género.

"Nos preocupa muchísimo los efectos a largo plazo, las mujeres que denuncian son la punta del iceberg, la violencia invisible es muy amplia"

Por cuestiones económicas, de edad, de residencia, de formación, muchas mujeres tienen dificultades para acceder a los servicios virtuales, lo que complica aún más su situación. Por ello, también demanda que se pongan sobre la mesa muchos más recursos para la asistencia presencial en los centros de salud.

“La consulta con una médica o un médico para estas mujeres puede suponer una puerta abierta y no tenerla un daño más para las víctimas”, estima la presidenta de la Federación Gloria Arenas. Y pone el acento en la importancia de la coeducación en la escuela y en la responsabilidad de los medios de comunicación y de los creadores de contenidos.

Lola Fernández dirige el programa Cuenta conmigo de Incide, que se desarrolla desde 2012 y que hoy recibe el premio Meninas por su tratamiento integral de la violencia creando redes de apoyo entre víctimas y supervivientes. “La pandemia la hemos vivido con mucha angustia, sabemos lo que significa que mujeres que aún no han salido del círculo de la violencia, hayan tenido que volver a recluirse en casa con el maltratador y distanciarse del núcleo de apoyo que tenían para salir de ahí”, explica Fernández.

"La pandemia la hemos vivido con mucha angustia, sabemos lo que significa que mujeres que aún no han salido del círculo de la violencia se recluyan con el maltratador"

El whatsapp y la llamada telefónica fueron fundamentales durante el encierro, pero también señala la dificultad de conexión de muchas usuarias. “Hemos buscado todas las maneras posibles de seguir en contacto con las mujeres, de tener siempre a alguien en línea a quien poder llamar ante una necesidad extrema”, indica.

El miedo, el pánico de verse encerradas y los problemas económicos suponían “una bomba de relojería”. Más todavía cuando muchas han perdido su precaria independencia económica tras esfumarse empleos sin contrato ni regularizar.

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