Minutos antes de la medianoche de este miércoles, quedaba atracado en el muelle sur de la estación marítima de levante el Prince Abdulaziz, el yate real de Arabia Saudí. Procedente de Gibraltar y con la incertidumbre de si a su bordo viene algún miembro de la realeza, este barco, según previsiones permanecerá amarrado en el puerto de Málaga al menos un día; una breve escala que constituye la cuarta visita malagueña de este yate regio.

Designado como un buque de Estado, el Prince Abdulaziz, que en la actualidad ostenta en puesto número ocho en el ranking de los yates privados más grandes del mundo, fue construido en los astilleros daneses Helsingor Vaerft en el año 1984. Tras sufrir una primera reforma en 2005 y experimentar una segunda que se prolongó durante 11 meses en 2018 en los astilleros cartageneros de Navantia, este superyate, además de la singularidad de ser un barco real, participa de una serie de récords en comparación con otros grandes buques de recreo privados.

Designado como el yate de mayores dimensiones construido en todo el siglo XX, el Prince Abdulaziz, durante sus primeros 22 de vida mantuvo la distinción de ser el barco de recreo más grande del mundo. Con un coste de construcción inicial que alcanzó, al cambio actual en euros, los 450 millones (una cifra aumentada en sus dos reformas), su diseño original corrió a cargo de la empresa alemana Maierform Maritime Technology, estando sus interiores firmados por el diseñador de barcos privados David Hicks.

Con una eslora de 147 metros y un registro bruto de 4.620 toneladas, el Prince Abdulaziz, que inicialmente se llamó Abdulaziz, tiene capacidad para albergar a 64 pasajeros; estando compuesta su tripulación por 65 personas. Disponiendo de un casco y una superestructura de aluminio, y mostrando sus dos vistosas chimeneas de color azul inclinadas hacia popa, este yate, participa de la peculiaridad de no tener espacios de ocio al aire libre; luciendo en toda su estructura cristales exteriores cromados.

Sin que se conozcan demasiado bien cómo son sus interiores, además de suntuosos camarotes, este yate real lleva a su bordo una mezquita, un hospital y una sala de cine; unos espacios donde se combinan las atmósferas clásicas y orientales y en la que, en vestíbulo principal, se recuerda al afamado trasatlántico Titanic.

Lleva a su bordo una mezquita, un hospital y una sala de cine

Llevando una de plataforma para helicópteros considerada como la más grandes que se pueden observar en un barco no militar, el Prince Abdulaziz alimenta la leyenda de tener a su bordo un sistema de protección misiles; una incógnita a la que habría que añadir, y esto sí es una realidad, su sofisticado sistema de telecomunicaciones.

Un yate regio que tras su última escala de 2017 regresa aguas malacitanas en lo que constituye, hasta la fecha, su cuarta visita a Málaga.