Horario y previa del Málaga - Lugo

Ambición bajo la manta (21:00)

  • El Málaga recibe a un Lugo ambicioso que también quiere sorprender en la categoría

  • Los dos equipos tratarán de no rotar demasiado pero la competición les obliga a algunos cambios

Los jugadores del Málaga, antes de empezar un partido en La Rosaleda.

Los jugadores del Málaga, antes de empezar un partido en La Rosaleda. / javier albiñana

Están en la parte templada de la clasificación –octavo y undécimo–, no tienen presupuestos rimbombantes ni la exigencia de entrar entre los seis primeros y seguro que más de uno de sus fieles firmaría quedarse donde están. Sobre el papel no son los mejores tiempos. No encuentran el cartel de favoritos contra ninguno de los rivales potentes, echan en falta más pieza en sus plantillas y la temporada pasada acabaron salvándose sobre la bocina. Desde lejos no se aprecia la ambición que tienen para este curso el Málaga y el Lugo. La guardan bajo la manta con la que también tapan sus carencias.

Pero es la Segunda caprichosa, los puestos de fase de ascenso no están lejanos y han enseñado los dientes contra rivales muy superiores. Esconden el secreto de tratar de dar el campanazo. De ser el equipo que sorprende entre los elegidos a final de temporada. Pasa que resta tanto campeonato y tienen tantos obstáculos por delante, que es un deseo inconfesable aún con tortura leve.

El Lugo llega a Martiricos tratando de salir de un pequeño bache que ha congelado el efecto Nafti. El técnico de los gallegos desembarcó con puntos en la jornada sexta y ahora, como Pellicer, anuncia rotaciones. Campabadal y Puma Rodríguez no están perfectamente, Borja está descartado. Son tres piezas importantes para los lucenses que no han ganado nunca en Martiricos.

Pellicer, sin su pieza más utilizada Escassi ni Hicham, también medita a quién poner. Tiene claro lo que hará pero no las piezas. El preparador vuelve tras dos choques sancionados con el reto de mejorar las dos últimas derrotas como local y la alegría de ver a los suyos ganar a domicilio al Girona. Así es el Málaga, algo impredecible pero capaz de crecer en cada choque a pesar de sus fallos puntuales y sus carencias que cada vez disimula mejor.

El retorno de Ramón a la zona ancha puede ser clave. El canterano ve como ahora es un tipo al que molestar constantemente para los rivales y su capacidad de mando en el partido se ve reducida. En cualquier caso, el ritmo será la bandera de los andaluces contra un rival inteligente, capaz de parar el juego cada dos pases y con electricidad y pizarra para marcar. La Rosaleda como medida de la ambición en ambos bandos en el baile antes de la Navidad. Buen cartel aunque no lo parezca.

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