Málaga C.F.

Árbitros y VAR: Argumentos para pensar mal

  • La protesta oficial del Málaga CF contra los árbitros ha sido larvada durante la temporada, con decisiones poco comprensibles que han quedado habitualmente tapadas por la nefasta campaña del equipo

  • "Me hacen falta clarísima"

  • "Pedimos respeto"

Escassi, con De la Fuente Ramos.

Escassi, con De la Fuente Ramos. / Javier Albiñana

Un buen termómetro para ver el respeto que se le tiene a un club es el nivel de los arbitrajes. Si alguien estaba aún en el guindo, el pestilente caso Enríquez Negreira y sus ramificaciones recuerdan que en el fútbol hay mucho cartón piedra y suciedad. Es algo latente pero que no se ha puesto en el foco hasta ahora porque el equipo no se ha hecho acreedor de una posición mejor en la tabla y está metido en el hoyo, bien profundo. Pero los dos notables partidos realizados ante el primer y tercer clasificado, en Las Palmas y ante el Levante, resueltos con empate tras ser mejores han llevado al club a alzar la voz contra el estamento arbitral. Hay una queja generalizada en Segunda División sobre el nivel de los árbitros de campo y de VAR, cuyo uso ha aumentado las sospechas. Antes estaba la excusa de pitar en directo. Pero cuando se arbitra también con la tele y hay tanta disparidar. Sin el altavoz mediático de Primera, pero se forman líos cotidianos, jugadas idénticas se señalan distinto y la falta de criterio común tiene locos a entrenadores y jugadores. Y aun público que se cansa.

El Málaga CF lanzó un duro comunicado contra los árbitros tras la enésima actuación discutible de los jueces. Se siente agraviado por las decisiones de los colegiados y por primera vez se ha pronunciado como entidad para denunciar que se considera “perjudicada gravemente en un tramo clave de la temporada 22/23”. No se ha verbalizado públicamente, pero el nombramiento de De la Fuente Ramos y Vicandi Garrido en el VAR ya había sentado a cuerno quemado en el seno de la entidad Son dos colegiados que han perjudicado sistemáticamente al Málaga CF. Después de lo visto, aún más. No son sólo decisiones, también actitudes.

Centra su queja el Málaga CF en el penalti señalado en Las Palmas a Esteban Burgos por mano y a una jugada muy similar acontecida en el minuto 98 del partido ante el Levante que se pasó por alto. “La intervención que se ha producido en dos jugadas concretas por parte de los colegiados, bajo el soporte audiovisual del VAR, no ha sido valorada con el mismo rasero pese a las evidentes similitudes. Esta distinta interpretación no parece entendible”, señala el club de Martiricos, que precisa que “en el 4’ de juego del UD Las Palmas - Málaga CF, el VAR advirtió al colegiado principal de un penalti a favor de los locales por una mano de Esteban Burgos. Sin embargo, en el 90+8’ del Málaga CF - Levante UD, el visitante Álex Muñoz contacta con el cuero con el brazo completamente extendido. Esta jugada no fue sancionada, pasando completamente inadvertida”.

“Esta disparidad de criterios supone un evidente agravio comparativo y ha generado un profundo malestar en la entidad. Por ello, por nuestra gran afición, técnicos, futbolistas, el propio club, sus empleados, su escudo, y la ciudad y provincia de Málaga, pedimos respeto. Sí, respeto por el Málaga Club de Fútbol. La Entidad elevará una queja formal al Comité Técnico de Árbitros”, cerraba.

Seguramente tarde para tener una influencia real, pero el Málaga se ha pronunciado públicamente sobre un sentimiento colectivo que hay en el malaguismo, de que es muy fácil pitarle al Málaga y que, además de los errores graves cometidos por el club en su totalidad, ha habido una tendencia, con expulsiones repetidas (cuatro en los últimos ocho partidos antes del minuto 60 de encuentro, también con errores de los jugadores) que han decantado partidos. Febas recibe una falta clarísima que ni abajo ni en Las Rozas ven segundos antes de la expulsión de Juande. Hay un agarrón a Villalba en el área también en la primera mitad tras un control que se pasa por alto. Las líneas del fuera de juego de Chavarría en el gol anulado a Rubén Castro parecen un atentado contra las leyes de la perspectiva.

Cuando se han sumado sólo 27 puntos en 32 jornadas el pataleo puede interpretarse como un despropósito. Se ha aguardado el respaldo de empates ante equipos en zona de ascenso y decisiones muy discutibles para alzar la voz. Jugadores y técnicos se cuidan, aunque Febas no se pudo resistir tras el partido, porque pueden llegar sanciones. Cada vez queda menos tiempo, pero quedan aún algunas balas para pensar que se puede. Más por sensaciones en las últimas semanas que por números, porque las matemáticas están cerca de no salir. Hay que remontar una decena de puntos con apenas 30 por jugar. Parece un destino inevitable, aunque por lo menos se intenta seguir dignamente y pidiendo respeto.

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