Camacho prepara su salto al Wolfsburgo
El Málaga y el club aleman ultiman un acuerdo por 15 millones
El jeque, último obstáculo
La hora de ver a Ignacio Camacho abandonar el Málaga ha llegado. Salvo que Al-Thani interfiera y frene la operación, el centrocampista pasará a ser nuevo jugador del Wolfsburgo (posiblemente hoy) a cambio de un total de 15 millones de euros fijos. Fuentes muy cercanas al jugador confirmaban ayer a este periódico que la negociación estaba al "99%" y que únicamente quedaba pendiente de unos flecos en modo de bonus. Cuando quede todo resuelto, Camacho recibirá el ok del Málaga para viajar a Alemania, pasar el reconocimiento médico y firmar. Como sucedió el año pasado cuando se pactó su fichaje por el West Brom, sólo el jeque podría parar el fichaje.
Este compromiso multiplicaría por tres los emolumentos de Camacho. Un contratazo para un futbolista que ya había decidido tiempo atrás que sus horas en Málaga estaban contadas. La relación con la dirección deportiva se fue tensando a causa de una renovación prometida y no cumplida, lo que llevó a Camacho y su agente a divisar otras opciones.
Y la mejor es la que le presenta el Wolfsburgo, un equipo que pasó de estar a punto de eliminar al Real Madrid de la Champions a coquetear con el descenso el pasado año. Tanto que el equipo de la Wolfswagen tuvo que superar una promoción para no darse de bruces con la Bundesliga II. El batacazo provocó que el club optara por renovar su plantilla. Fruto de ello se produjo la venta de Luiz Gustavo al Olympique de Marsella y Camacho es el elegido para ocupar la plaza dejada por el brasileño.
Las negociaciones entre malagueños y alemanes vienen produciéndose en los últimos días. Olaf Rebbe, director deportivo del Wolfsburgo, tomó las riendas de la negociación e incluso declaró a la revista Kicker que "Camacho es un jugador muy interesante". Un mensaje que no hace sino certificar una realidad que tomó forma pública en la vuelta del equipo a los entrenamientos, ayer en el Ciudad de Málaga.
Mientras algunos integrantes, más de una veintena, trotaban parsimoniosamente por el estadio de atletismo; otros se enfundaban los diferentes artilugios médicos para pasar los reconocimientos médicos en Inacua, apenas a unos metros. Haciendo recuento faltaba un futbolista... Camacho. Eso hizo saltar la liebre y que las informaciones se precipitaran, aunque debe apuntarse que el futbolista no acudió al entrenamiento por contar con permiso del club.
A su vez, en el vestuario la comidilla era la no presencia del aragonés. Bastantes de sus todavía compañeros amenizaban los ratos de espera en las entrañas del Ciudad de Málaga departiendo sobre la marcha de un futbolista -y capitán- muy querido y con un alto grado de compañerismo. Cierto es que a muchos de ellos no les ha pillado por sorpresa la situación, aunque otros se han encontrado con una circunstancia que no esperaban.
Lo cierto es que el Málaga y el malaguismo tendrán que acostumbrarse a vivir sin Camacho, aunque los 15 millones de euros que dejará en caja (su cláusula es de 18) puede considerarse una buena venta para un futbolista acuciado en los últimos tiempos por las lesiones. Un pulmón, un jugador pleno de temperamento, calidad y amor por los colores. Pero, como en muchas coyunturas de la vida, hay que asumir las despedidas. Estrechar la mano y quedarse con lo bueno. En el caso de Camacho, muchísimo.
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