El ERE a la plantilla del Málaga que tuvo su punto final el pasado sábado supone el fin de una era. No siempre mala en lo deportivo y tampoco en lo económico. Gracias a los ingresos del club con algunos traspasos y, sobre todo, el aumento en los derechos televisivos, la entidad pudo pagar cantidades importantes por muchos futbolistas. Se desembolsaron casi 12 millones de euros por seis de los ocho implicados.

Los argentinos Esteban Rolón (Argentinos Juniors) y Emanuel Cecchini (Banfield) costaron respectivamente 3,2 y 4,6 millones de euros. Los centrales Luis Hernández (Leicester) y Diego González (Sevilla) llegaron al Málaga también por la vía de la compra por 2 millones de euros cada uno. Badr Boulahroud (FUS Rabat) fue fichado por unos 600.000 euros y por Renato Santos se abonaron unos 200.000 euros por parte de su propiedad.

Los otros dos jugadores afectados son Juanpi Añor, canterano pero que en el momento de su renovación era un valor al alza y consiguió un contrato muy alto, el mayor de la plantilla hasta el despido. Por Dani Pacheco no hubo desembolso pero también firmó un buen contrato.