Málaga C.F.

Al Málaga CF no le sirve sólo con empatar

Javi Jiménez, antes de saltar al campo.

Javi Jiménez, antes de saltar al campo. / Pepe Gómez

Después de la victoria ante el Alavés parecía que el Málaga CF despertaría y empezaría a sumar de tres en tres en todos sus encuentros, pero por desgracia esa es la ilusión falsa que se hace cualquier aficionado blanquiazul cada vez que llega el fin de semana y recuerda que en verano esta plantilla hablaba de ascenso.Todos los rivales alaban el plantel por nombres, viejos conocidos de grandes etapas en otros clubes, que militan ahora en Martiricos y pronuncian esa dichosa frase de “en algún momento deben despertar, porque tienen calidad”. Por supuesto, no se discute, aunque siendo realistas está tardando en llegar.

El empate ante el Tenerife dejó varias ideas sobre la mesa. La primera es que el equipo de Pepe Mel está progresando pero a un ritmo demasiado lento para estas alturas de competición, donde no hay que olvidar que cada partido es una final y un encuentro menos es la posibilidad de adquirir menos puntos. Mejor no hacer cuentas, porque los nervios pueden crecer. Lo bueno es que viendo la distancia de cuatro puntos que empieza a coger el conjunto de Martiricos respecto al Ibiza, último clasificado, el equipo de Mel no está desahuciado como parecía en ciertos momentos de la llegada del madrileño al banquillo de La Rosaleda.

De hecho, los otros dos competidores en la zona de descenso están a un punto, el Lugo, y a dos el Racing. Es decir, la situación es crítica, por supuesto, pero todavía se puede medio respirar. Aunque el Málaga afronta ahora una dura salida ante el Eibar y luego recibe al Burgos. Nada más y nada menos que tercer y cuarto clasificados, eso sí, no se extrañen que los blanquiazules vayan a competir mejor en esos encuentros. Ya conocen el dicho de ante los equipos buenos compites y ante los malos se te pega su actitud y es que el Málaga precisamente compitió ante el Granada en La Rosaleda, sacándole un punto y ante el Levante no hizo mal encuentro tampoco.

Siendo optimistas, en este sistema de resultados binarios de 1-0,0-1 o 1-1 que instauró Pepe Mel en el combinado de Martiricos, cualquier cosa puede pasar. Hay dos claves muy importantes en el sistema de juego del madrileño, dos mandamientos que van a misa como la palabra de los padres: dejar la portería a cero para ganar y no cometer errores tontos. Además, los malacitanos en los últimos ocho encuentros sólo han perdido uno. El resto fueron cinco empates y dos victorias. Es decir, 11 puntos de 24 posibles, así no se puede seguir. Por eso es necesario habituarse a ganar de tres en tres.

No será sencillo pero hay que reconocer que el conjunto de Mel da la sensación de ser más sólido en los últimos encuentros, parece haber recuperado esa pillería que era necesaria antes para jugar en la calle. Sin duda, el empate ante el Tenerife dejó un sabor agrio después de haber dominado toda la primera parte y haber probado fortuna más veces. Sin embargo, la salvación sigue a sólo cuatro puntos. Parece un mundo y es verdad, por eso se debe puntuar de tres en tres para llegar antes a la orilla. No está tan lejos.

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