Málaga C.F.

Luis Hernández también puede marcharse al Elche

  • Es una operación más complicada de cristalizar que la de Cifu, pero está abierta

Luis Hernández, en La Rosaleda junto a Josemi.

Luis Hernández, en La Rosaleda junto a Josemi. / Javier Albiñana

La autovía Málaga-Elche abierta con la marcha de Tete Morente y Cifu al cuadro franjiverde (también acabó allí Aarón Ñíguez tras desvincularse) puede seguir con tráfico. En este caso, con un grado mayor de dificultad, por el calado del contrato que aún tiene Luis Hernández con el Málaga. El central madrileño renovó el pasado verano hasta 2024 a cambio de una merma en sus ingresos anuales.

El contrato de Luis Hernández es el que más grava actualmente las arcas del club junto al de Juanpi. El Elche confecciona una plantilla de manera acelerada. Hace pocas semanas que consumó su ascenso a Primera y está buscando jugadores con experiencia para rematar la plantilla. Se fijó en un jugador emergente como Tete Morente y tiró de un viejo conocido, sin apenas experiencias en Primera pero que sabe cómo es la casa, como Cifu. Aún no ha empezado a competir en la Liga, lo hará el siguiente fin de semana a éste, pero quiere rematar. Y el central entra dentro de su perfil. De hecho, también se ha recabado información desde Elche sobre Diego González, se quiere reforzar el centro de la defensa. Pero es Luis Hernández quien más seduce y el jugador está por la labor de encontrar una salida. Pero no es una situación sencilla.

Luis Hernández está, como toda la plantilla, en el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) y está inscrito para jugar. De hecho, viajó a Tenerife en el primer encuentro de LaLiga, aunque no fue empleado por Sergio Pellicer. Su marcha sería un alivio importante económicamente, aunque el jugador, lógicamente, defiende sus intereses y procura que se le garantice el grueso de lo que le queda por percibir en estas cuatro temporadas en su nuevo contrato. Fue uno de los jugadores con los que no se llegó a un acuerdo de aplazamiento de deuda y el Málaga debió abonarle hace dos semanas lo que se le debía porque, en caso contrario, se hubieran congelado los derechos federativos del club, cancelando la posibilidad de inscribir jugadores nuevos en la competición.

Hay una guerra de nervios, en cierta forma, entre club y los jugadores del ERE, con ese 5 de octubre como límite. Pasarse de ella no beneficia a ninguna de las dos partes y las dos intentan encontrar el acuerdo más favorable a sus intereses. La salida de Luis permitiría otra inscripción y aliviaría algo la asfixia económica que tiene ahora mismo el club. La de Cifu no es una oficial aún, como tampoco la de Renato Santos, que se ultima camino a Portugal.

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