Por la configuración de la plantilla del Málaga, por la simple carencia de efectivos que tiene Víctor Sánchez del Amo, cada regreso desde la enfermería cobra una importancia mayor, si cabe, respecto a la normalidad. El jeroglífico que ha llegado a ser la simple composición de una lista lleva a mirar al parte médico más de lo habitual.

Es por ello que es una buena noticia que regresen jugadores, que Víctor tenga un marco más amplio donde elegir. Si el lunes regresaba al tajo Juankar, superados sus últimos problemas musculares, este miércoles ha sido el canterano Luis Muñoz quien ha saltado al césped. Mejorado del esguince de tobillo que se produjo dos semanas atrás, en el partido ante el Cádiz, el polivalente malagueño, que ha jugado en el centro de la defensa y en el centro del campo, completó la sesión con sus compañeros.

Quizá pueda ser precipitada la titularidad en Ponferrada, es cuestión de técnicos, médicos y jugador valorar su estado y los riesgos. Pero que ya esté con el grupo es un paso más en este complicado equilibrio que tiene que gestionar Víctor. El equipo hizo trabajo básicamente con balón para perfilar la estrategia en el partido de este viernes (18:30 horas) en El Toralín.

En el lado negativo, siguen haciendo trabajo aparte Sadiku, del que se espera el resultado de sus pruebas en breve; Keko, que no se ha recuperado aún del problema muscular que tuvo tras su notable partido ante el Cádiz; y Cristo, con el adductor tocado.