Málaga AF es el sueño hecho realidad de Agustín Aranda (1987). Aunque él no lo sabía cuando se fue hace ya casi tres lustros a Japón. Cuenta que tuvo un amor instantáneo con el país asiático. Se quedó, echó raíces y creó una familia, en realidad, dos familias. Una es una academia de fútbol base humilde pero que va ganando peso. Lo más llamativo de todo es que rinde homenaje al Málaga en escudo, colores y sentimientos.

No es la academia oficial con la que ya se cuenta en Japón, es otro proyecto paralelo de Agustín, que estuvo en la cantera del Málaga y que pese a que no encuentra mucho feedback en Martiricos, hizo realidad el sueño de algunos de los integrantes de su escuela.

Desde hace ya unos días, niños japoneses de distintas edades están en la Costa del Sol viviendo días de fútbol, playa y diversión. Ayer acudieron al estadio, todos vestidos con una de las nuevas camisetas de entrenamiento que han adquirido durante este viaje, para ver La Rosaleda y también para hacerse algunas fotos y sacar unos cuántos autógrafos a los jugadores del primer equipo como Chavarría, Ramalho, Bustinza... casi todos los que desfilaron por la zona mixta. También Basti, que causó impresión al enterarse todos ellos que se trataba del máximo goleador de la historia del club.

Paralelamente han estado visitando a algunos clubes clásicos de la capital malagueña. La Málaga AF va cogiendo poso y ya las categorías inferiores de Japón han citado a alguno de sus talentos.