Es una costumbre habitual, pero que en el Málaga no se hacía desde dos años atrás. Cierto es que la situación en las pasadas navidades no era la más idónea, pero el club recuperó en el último día de 2018 la idea de abrir un entrenamiento al público en el Ciudad de Málaga.

Unas 200 personas acudieron al último entrenamiento del año del equipo de Juan Ramón Muñiz, que a su vez era el primero tras las vacaciones navideñas. En el horizonte está el partido del próximo domingo ante el Reus en La Rosaleda, siempre que las tribulaciones del club catalán le permitan seguir compitiendo en la categoría.

MCFTV| ¡El año hay que despedirlo rodeado de tus seres queridos! 😚¡Gracias por acompañarnos hoy! ¡Vaya ambientazo! 😱🙌💙#TeQuieroMálaga pic.twitter.com/Qe2dePkpCJ

— Málaga CF (@MalagaCF) 31 de diciembre de 2018

La comunión con la afición es destacada por el técnico como una de las principales fortaleza del equipo. No fue una afluencia masiva la que se produjo en el Ciudad de Málaga, pero sí pudo notar la plantilla el calor del público malaguista. "Es espectacular, es un día especial para nosotros y también para toda la familia malaguista", decía Cifu a los medios del club. Tras el entrenamiento, los jugadores del Málaga lanzaron al público decenas de balones del club como agradecimiento a su presencia. 

Una plantilla que contó con un refuerzo importante. Luis Hernández completó la sesión de trabajo que dispuso el entrenador. El madrileño ha estado mes y medio fuera de circulación tras una importante lesión muscular. Se le ha echado de menos, no sólo por su labor defensiva sino también por el peligro que generan sus saques de banda en el área rival. Aunque el dúo Diego González-Pau Torres se ha ido consolidando con el paso de los partidos, Luis debe ser pieza importante en cuanto se constate su recuperación con varios entrenamientos seguidos. También trabajó Iván Rodríguez, que había tenido molestias las últimas semanas.