Darío Silva fue un delantero que marcó época en el Málaga a principios de siglo. Su estilo, descaro y gol le hicieron leyenda de una de las épocas doradas de club blanquiazul. Lleva años retirado y es un ilustre habitual en Pizzería Frascati, cónclave malaguista por excelencia. Ya hace unos meses reconocía en una entrevista en este periódico que había compartido mesa con Blanco Leschuk, ayer lo hizo con el que promete ser el nuevo 9 de este Málaga.

El uruguayo compartió en su perfil de Instagram una fotografía almorzando con Cenk Gönen y Shinji Okazaki en la mencionada pizzería. Darío Silva parece ya acostumbrado a bendecir, aconsejar y guiar a los nuevos delanteros que recalan en el Málaga. Sabe bien de qué va la posición y sabe mejor aún cómo funcionan los entresijos de La Rosaleda. Allí jugó las mejores temporadas de su carrera (4) y alzó su único título: la Intertoto de 2002.

La influencia deportiva de Gönen en el Málaga quedará en el olvido pero no deja de ser anecdótico que sea éste el que acompañe al japonés a este cónclave con el histórico charrúa.

El japonés, fichaje de relumbrón de este Málaga pese a las dificultades con la planificación y el Salario Liga, tendrá por delante la tarea de encajar en los esquemas de Víctor y dejar su huella con la elástica blanquiazul. Los consejos de Darío Silva para ello no serán en balde. El uruguayo firmó 37 goles en 115 partidos oficiales con la blanquiazul. Éste y el nipón comparten físico y, pese a la tremenda evolución que ha sufrido el fútbol, quizá también estilo sobre el terreno de juego. A Okazaki ya le espera en La Rosaleda.