Son muchas las tareas que tiene abiertas el Málaga CF en estos momentos. Desde la dirección deportiva se trabaja con calma pero sin pausa en estas semanas para atinar y afinar con cada movimiento. Se sabe lo que se quiere y estos próximos días se podría concretar alguno de ellos con el anuncio de algún fichaje. Pero también se trabaja de puertas para adentro, con el producto local y las fichas de La Academia. Hay varias situaciones encima de la mesa, entre ellas las de Ismael Casas y Ramón Enríquez.

El Málaga quiere hacerles ficha profesional a ambos futbolistas de cara a esta temporada 21/22 y que pasen a engrosar parte del cupo de profesionales del primer equipo como uno más. Son dos jugadores importantes de la plantilla, que ya durante la pasada campaña actuaron como uno más con los mayores, siempre en dinámica del primer equipo sin bajar con el filial. De hecho, fueron los dos canteranos que más usó Sergio Pellicer durante todo el curso pasado, décimo y decimosexto con más minutos en Liga de todo el grupo. Ramón jugó 29 partidos por los 19 que disputó Ismael Casas.

El club ya consideraba a ambos futbolistas potenciales de primer equipo desde la pasada temporada, era clara la consigna que existía con ellos, que pese a sus fichas estuvieran registradas con el filial, serían uno más a las órdenes de Pellicer. Así fue. La situación con ellos era difícil. Las limitaciones con el límite salarial el pasado verano impedían más movimientos en ese sentido, se hizo ficha del primer equipo a Juande Rivas, pero su contrato en este caso era inferior. Tras él, no quedó margen ni para Casas ni para Ramón.

Además de los motivos deportivos, también destacan los pormenores económicos de este movimiento. Desde la cúpula de la entidad se quieren reducir los gastos de plantilla no inscribible ahora que puede, que son todos los restantes al primer equipo. Con el ascenso de Casas y Ramón, el Málaga da un buen bocado a esos gastos, pasándolos a los de la plantilla inscribible.

El rendimiento de ambos ha sido muy bueno este último año y en el club están muy contentos con ellos. De hecho han sido las lesiones las que han impedido que ambos no disputaran más partidos durante la temporada. En especial en el caso de Casas, que ha tenido recurrentes problemas musculares que le han ido poniendo obstáculos a lo largo de esta campaña. Su intensidad y autoexigencia, como llegó a comentar Pellicer en alguna ocasión, le pasa factura en este sentido. En el caso de Ramón fue el hombro lo que le frenó durante un largo periodo, sobre todo por la lentitud de su recuperación. Coincidió además con tres momentos de forma muy altos de Escassi, Luis Muñoz y Jozabed, que limitaron su papel.

El Málaga tiene actualmente 12 fichas profesionales en plantilla (Dani Barrio, Lombán, Juande, Iván Calero, Alexander, Javi Jiménez, Escassi, Luis Muñoz, Benkhemassa, Jozabed, Jairo y Pablo Chavarría), las de Casas y Ramón serían la número 13 y 14 que emplea Manolo Gaspar en su confección de la plantilla 21/22 que prepara para José Alberto López. Existe también una decimoquinta, aunque en este caso es obligada, la de Hicham. El marroquí, que deja de ser sub 23, será otro de los canteranos que tendrá ficha profesional y con el que se cuenta pese a los problemas musculares que ha sufrido durante este último año.

Ambos futbolistas renovaron durante esta pasada temporada sus contratos. Con Casas se alcanzó un acuerdo hasta 2023, esta y otra temporada más. En el caso de Ramón, pese a que hubo negociaciones previas, se acabó renovando su vínculo gracias a una cláusula de su contrato tras cumplir un número de partidos. El club intentó esa vía paralela para blindarle pero no cuajó.

Así, y en el hipotético caso de que saliera nadie, el club tendría aún margen para firmar más profesionales, destacando que la previsión en el club es que LaLiga será más permisiva este año en cuanto al número de fichas que tiene el club, por lo que tendrá la posibilidad de abordar más operaciones y mayor cabida para jugadores.