La situación del Málaga CF no es la mejor, tampoco era la deseada a estas alturas. Eso está claro. Sin embargo, es hora de quedarse con las cosas buenas para intentar levantar el ánimo. De lo contrario esto empezará a ser un funeral, y es que el conjunto de Pepe Mel tiene todavía algunos datos a los que agarrarse. La derrota del conjunto de Martiricos en el Ciudad de Valencia le impide soñar con abandonar la zona de descenso, algo que sólo ha ocurrido en la jornada tres y cuatro de las 18 que se llevan disputadas. A pesar de todo, la salvación ha crecido un punto, ahora se encuentra a cuatro puntos.

De momento, los despistes defensivos continúan, a raíz de uno de estos llegó el tanto granota que impediría continuar la buena racha del Málaga, quien por primera vez consiguió sumar cinco puntos de nueve posibles. El combinado de Mel lleva 23 goles en contra, no es la peor línea defensiva del campeonato, aunque si se encuentra entre las últimas posiciones. Sólo le superan Ibiza (27), Ponferradina (25) y Lugo (24); estos se encuentran incluidos en la zona de descenso junto al conjunto de Martiricos. También ha encajado más goles en contra el Alavés (24), décimo en la tabla.

Es cierto que el técnico blanquiazul cortó la hemorragia que se vio en la portería blanquiazul en el primer tramo de esta todavía primera vuelta, aunque de momento tiene una asignatura pendiente con el gol en el área rival. Eso sí, el Málaga necesita mejorar su puntería de cara a portería si desea poder responder en algún encuentro y darle la vuelta al tanto del conjunto rival. Los blanquiazules llevan sólo 13 goles a favor. Ibiza con 12 y Sporting de Gijón con nueve son los únicos que no superan la cifra de la plantilla de Pepe Mel.

De hecho, los malacitanos únicamente han conseguido más de un gol en dos encuentros, en las victorias ante Mirandés a domicilio y en La Rosaleda ante el Lugo. Ambas ocasiones se necesitaron tres tantos y estuvo presente el nombre Rubén Castro entre los goleadores, quien ahora parece vivir un momento de sequía. Algo que no le ocurría desde mayo de 2018, donde enlazó siete partidos consecutivos sin poder marcar ni asistir.