Málaga CF

El fondo de armario de Muñiz

  • Haksabanovic fue el 29º jugador que utiliza el técnico en lo que va de temporada

  • Ya avisó que todos los jugadores tendrían su momento, de ahí su insistencia con tenerlos a todos enchufados

Sead Haksabanovic se zafa de un jugador del Nàstic de Tarragona en su debut oficial con la elástica del Málaga.

Sead Haksabanovic se zafa de un jugador del Nàstic de Tarragona en su debut oficial con la elástica del Málaga. / Marilú Báez

Sead Haksabanovic fue el vigesimoséptimo jugador que utiliza Juan Ramón López Muñiz en la competición doméstica, vigesimonoveno si contamos los encuentros coperos, donde debutaron los canteranos Iván Jaime y Abqar. El fondo de armario denota ser bien amplio para el técnico gijonés que no ha dudado en ningún momento de tirar de uno u otro jugador a medida que la situación así se lo exigido.

La oportunidad del sueco, internacional por Montenegro, llegó tras la lesión de Mamadou Koné ante el Nástic, otro que se ganó su sitio en el once tras la lesión de otro compañero: Jack Harper. Haksabanovic pasó el pasado sábado de estar defenestrado, a entrar en la convocatoria y ser el elegido por Muñiz para ocupar la posición de segunda punta. Dejó un buen sabor de boca en el estadio, mostrándose con desparpajo por detrás de Gustavo Blanco. Protagonizó un par de galopadas en las que dejó a la vista qué tipo de jugador es y tiró un par de pases que hacen pensar que puede ser más útil de lo que se pensaba si comienza a tener minutos.Eso estará en mano de Muñiz, que ha demostrado en poco tiempo su capacidad de gestión de un vestuario que está respondiendo.

El jugador se mostró muy satisfecho en redes tras su debut con la elástica blanquiazul. “¡Me encanta esto! Vamos Málaga. Estoy feliz de haber debutado, sobre todo por hacerlo con una victoria”, contaba el sueco en su cuenta de Instagram.

El gijonés ha logrado que jugadores pasen de un segundo a un primer plano sin dificultades

El gijonés ha logrado que jugadores pasen de un segundo a un primer plano sin dificultades

Una de las banderas que ha portado Muñiz desde que tomara el control del banquillo del Málaga ha sido su discurso. Uno medido estratégicamente, con un mensaje claro y fácil de entender para todos, entre ellos sus jugadores. El gijonés ha promulgado la unión entre los suyos y que por encima de cada uno de los nombres que conforman la plantilla estaba el grupo, el equipo, el Málaga. No hizo distinciones de jugadores y siempre dejó entre líneas una idea: que todos los jugadores serían útiles en algún tramo de la temporada.

En poco más de tres meses eso ha quedado patente. Los jugadores van y vienen durante la temporada. Ya sea por lesión, sanción o una decisión técnica del propio Muñiz, pero las cambios están siendo constantes. La rotación obligada en portería con Munir y Kieszek o los cambios de Iván por Cifu o Koné por Harper, jugadores que pasan de un segundo plano a convencer en la titularidad. Y es que esa está siendo una de las armas de este Málaga: entre quien entre el nivel competitivo del equipo no decrece, se adapta a las virtudes y defectos de cada pieza del puzle de Muñiz.

El gijonés ha conseguido tener enganchado a un grupo muy extenso de jugadores y tenerlos preparados para dar el paso de suplente a titular. Hasta el momento, de forma sobresaliente.

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