El Málaga amplía la vía francesa
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Con el tremendo recuerdo de Toulalan y el reciente fracaso con Koné, Baysse llega al club para aumentar la nómina de fichajes desde el país vecino
El central, ofrecido a la Ligue 1

Málaga/La historia dice que el Málaga no ha sido muy amigo del mercado francés. En general, el mercado español no ha tenido una relación muy fluida con los galos, a pesar de ser país vecinos. Solo en las últimas temporadas se ha acentuado el intercambio. Con Paul Baysse, que será jugador blanquiazul la semana que viene salvo que el reconocimiento médico diga la contrario, se echa otra caña a la espera de que la apuesa salga bien. No hace falta irse muy lejos para encontrar extremos de lo que ha funcionado y lo que no; Jeremy Toulalan y Bakary Koné son el día y la noche en este marco comparativo.
Estuvo solo dos años en Martiricos, pero su recuerdo será indeleble. Aquel centrocampista total que aparentaba estar siempre cansado y llegaba a todos los rincones en el campo. Seguramente, uno de los pocos futbolistas cuyo nombre se ha coreado tanto a pesar de ser un jugador de corte defensivo y cuyos méritos pasaban más por robar balones que por dar una buena asistencia, marcar o dejar algún regate estético. Las temporadas 11/12 y 12/13, las del acceso a la Champions y el tránsito en ella, tuvieron en el galo a un pulmón inigualable, un futbolista total que abarcaba todo el centro del campo y al que era una delicia ver emplearse en directo. Por superar listones, ganó hasta al del idioma: apenas balbuceó unas palabras en sus dos años como blanquiazul, pero ello no le impidió ser un pilar.
No hay que irse muy lejos para encontrar la otra cara de la moneda. Arnau apostó por Bakary Koné el pasado verano. Burkinés de nacimiento, si bien acumulaba una década en la Ligue 1 con las camisetas del Guingamp y el Olympique de Lyon. El central sí que acusó la barrera idiomática y severos problemas de adaptación a un nuevo país. Un tipo sonriente y que no ha dado un ruido en el vestuario, si bien su rendimiento dejó que desear desde los amistosos veraniegos. La venia de la aclimatación acolchó sus críticas al principio, si bien el choque en el Vicente Calderón, donde quedó retratado -también acusaba algún problema físico-, terminó de sepultar su militancia en el Málaga.
El club no cuenta con él, a pesar de tener firmadas dos temporadas más, y le busca salida. De hecho, igual que las redes de la secretaría técnica suelen controlar la liga gala, se han establecido contactos allí para ofrecerlo a la espera de que surja algún club interesado.
Existen otros jugadores con pasado francés o en la liga del país. Tampoco hay que bucear mucho para toparse con Ochoa, quien dio el salto al Málaga tras tres años en el Ajaccio. Nabil Baha nació en Remiremont y jugó dos años salpicados en Francia antes de que la Ponferradina lo rescatara del fútbol luso. En la retina está también el fugaz paso de Selim Benachour, un parisino que tuvo su mayor recorrido en el fútbol francés y que llegó al Málaga ya en su etapa final por un año tras convencer a Juan Ramón Muñiz en una prueba de verano que tuvo en la pretemporada de Benahavís.
En el Málaga de Segunda que logró su primer ascenso quedan Brahim, quien tras seis años en Francia y uno previo en el Levante aportó contundencia a la zaga blanquiazul durante un año, y Emmanuel Dorado, formado en el PSG y que estuvo en Martiricos cuatro años procedente del Almería, su primer club en España.
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