Horas, hora y más horas. Manolo Gaspar y su equipo de trabajo más cercano continúan sin quitarse el mono de faena. Tienen un reto complicado por delante, pero también toneladas de ilusión. El director deportivo blanquiazul estuvo en La Rosaleda, donde los de Víctor Sánchez del Amo se ejercitaron esta tarde.

Precisamente estuvieron conversando Manolo Gaspar y Víctor sobre el césped, con el delegado Josemi y el ayudante David Dóniga como testigos. No es la primera vez que sucede, de hecho, la comunicación es fluida. Incluso desde antes de su nombramiento como director deportivo, el paleño ya estaba trabajando en la búsqueda de soluciones en el mercado.

Manolo Gaspar, Capote y Martín Viberti, en la grada de La Rosaleda

También se le vio con sus dos estrechos colaboradores, Martín Viberti y Francisco Capote. Los tres componentes de La Cueva presenciaron parte del entrenamiento en las gradas. Manolo espera que pronto puedan ampliar la familia de la secretaría técnica ante las dificultades para compatibilizar todas sus antiguas funciones con las anteriores.

No lo tienen nada fácil porque las condiciones para hacer fichajes estrechan su perímetro de acción. El mismo Manolo explicó esta semana que ahora mismo sólo podría llegar un futbolista libre y por el salario mínimo. El Málaga bucea por mercados alternativos, tiene la opción de buscar cedidos de ligas menores y peina la Segunda División B. Más allá de las guerras de despachos, el club necesita lograr la permanencia a toda costa.