Málaga C.F.

"Manolo Gaspar no miente al jugador y eso el jugador no lo olvida"

  • Martín Viberti, hijo del mito, explica los recuerdos sobre su padre y su labor en la dirección deportiva junto a Manolo y Capote

Manolo Gaspar, Capote y Viberti, en las gradas de La Rosaleda.

Manolo Gaspar, Capote y Viberti, en las gradas de La Rosaleda. / Javier Albiñana

Sebastián Humberto Viberti Irazoki es el mito por excelencia del Club Deportivo Málaga. El centrocampista dejó una profunda huella en la Costa del Sol, fue ídolo desde el primer día que se enfundó la blanquiazu. Hace poco se cumplieron 50 años desde aquel día. En el Málaga quedó su semilla en forma de hijo. Martín hijo trabaja en la secretaría técnica de la entidad, codo con codo con Manolo Gaspar y Capote. Y en la web del club recordaba su figura paterna.

"La verdad es que no tuve la suerte de ver jugar a mi ‘viejo’, lo que hubiera sido una enorme satisfacción por todo lo que me cuenta la gente. Lo he visto por vídeos, algunos jugando en Huracán y otros en Málaga. Obviamente, las imágenes engañan un poco por la tecnología; el fútbol de antes era más lento, pero no tan lento como esas imágenes lo muestran. Sí tengo una radiografía de cómo jugaba por lo que me cuentan los hinchas y excompañeros de mi papá en Huracán y en Málaga", describe Martín hijo a su padre: "Era un volante central de los de antes, organizador, diestro, pero también manejaba la izquierda, con buen desplazamiento en largo, vertical, con zancada y que llegaba al área rival. Y también era combativo, quizás cuando vino a España cambió su manera de jugar, allí en Argentina era más luchador y acá se lo tenía tildado más como mediocentro de corte ofensivo. Un jugador algo lento, pero muy cerebral".

"Los dos ganaron un campeonato del mundo", responde Martín cuando se le cuestiona por el debate argentino clásico Bilardo o Menotte: "Me quedo con Menotti, porque representó una revolución en Argentina creando una corriente futbolística propia. El ‘Flaco’ es un estadista del buen juego como medio de vida, me gustan mucho sus reflexiones sobre el fútbol. Siempre priorizó el fútbol de ataque por sobre las especulaciones del resultado. Sus equipos pregonaron el fútbol asociado, con jugadores de buen pie en el medio campo y con delanteros dotados técnicamente. Y no puedo dejar de lado que Menotti, después de su carrera como jugador, fue entrenador de Huracán. Mi otro amor futbolístico junto con el Málaga. Nos llevó a conseguir nuestro único título argentino en la historia".

"Hemos recorrido mucho camino en Segunda B, junto a Manolo Gaspar y Francisco Capote, y hay cosas interesantes. Hay cosas que hemos ido viendo y que puede ser que en algún momento puedan llegar a nuestro equipo", explica sobre su labor y seguimiento Viberti: "Para seguir la liga argentina leo todos los periódicos, miro fútbol argentino cuando puedo los fines de semana, estoy en permanente contacto con mis amigos periodistas deportivos y tenemos un grupo de WhatsApp en el que estamos 150 periodistas de toda la Argentina. Trato de mantenerme actualizado estando al tanto de todo".

"El día a día en ‘La Cueva’ se vive con mucho entusiasmo, con mucha pasión, con mucha responsabilidad. Tenemos un grupo humano excepcional. Me llevo de manera espectacular con Capote, un tipo del que aprendí un montón de cosas. Al margen de que él sea mucho más joven que yo, es un tipo muy capaz e inteligente y uno siempre aprende de ese tipo de gente", relata Viberti sobre el día a día de la entidad en la parcela deportiva: "La relación es profesional, muy sincera y se respira un ambiente de respeto, cordialidad y sin dejar de lado la intensidad con la que hay que trabajar o cuando se debate sobre ‘x’ jugador, el este me gusta, no me gusta, por qué, etcétera. Pero puedo decir que este es el mejor grupo humano del que he formado parte en cuanto a direcciones deportivas".

"A mí que Manolo Gaspar sea director deportivo no me sorprende. Es como cuando haces un seguimiento a un jugador joven y dices, ese va a llegar, ese va a llegar y llega. Lo mismo me pasó con Manolo Gaspar desde el primer día que lo conocí. Siempre dije que llegaría a ser director deportivo. ¿Por qué? Es una suma de condiciones. Ve bien al jugador, abarca mucho campo en cuanto a horas de trabajo, es malagueño, es malaguista, tiene sentido de pertenencia, es inteligente para negociar, empatiza y no miente al jugador. Lo han dicho los jugadores siempre, Manolo Gaspar va de cara y te dice siempre la verdad. Eso es muy importante y el jugador no lo olvida nunca", explica Viberti sobre el que ahora es su jefe: "Con nosotros tiene una excelente relación, que significa ser frontal, sincero y nos hace sentir importantes. Nos escucha. Y es un poco la piedra angular de este proyecto. Está demostrando algo que es muy difícil. Le ha tocado ser director deportivo, creo, en el peor momento de la historia del club. Y ha tenido cintura, inteligencia, capacidad y tenacidad para sacar esto adelante. Creo que lo más coherente sería un proyecto, darle una oportunidad de que esté en un club en condiciones normales, por decirlo de alguna manera. Estamos muy contentos y a muerte con Manolo Gaspar".

"A mí trabajar para el Málaga me honra. Es un sueño hecho realidad. Siempre digo que si mi ‘viejo’ estuviera vivo, estaría superfeliz y orgulloso de que yo estuviera trabajando en este club. Mis dos clubes son el Málaga, en España, y Huracán en Argentina. El Málaga por algo sencillo, nací en Málaga, soy malagueño y malaguista, aprendí a caminar en La Rosaleda y es algo que voy a repetir mil veces. Fue un club que nos dio mucho a nosotros a nivel familiar. Es un sentimiento. No es un divertimiento, los partidos se sufren. No solamente uno es hincha sino que trabaja en el club. Quizás soy un poco exagerado, pero bueno, no está lejos lo que voy a decir. Gracias a esto, estoy pasando uno de los mejores momentos de mi vida. Me quedaría a trabajar en este hermoso club durante toda mi vida, sinceramente", acaba el hijo del mito.

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