"Sólo puedo pedir perdón", razonó Recio en zona mixta minutos después del doloroso 4-1 que recibieron en el Sánchez Pizjuán. Miguel Torres intervino poco después del paleño y actuó por la misma línea: "Disculpas, por supuesto. Sé que este partido está marcado en rojo en el calendario. En estos momentos malos, somos un club familia y esperemos que el martes podamos darle la vuelta al Copa".

El mediocentro, que vivió los minutos de debacle desde el banquillo, fue muy crítico con sus compañeros: "Está claro que hay cosas que no pueden ocurrir. Sabiendo lo que es un derbi no podemos tener esos despistes. Si te meten el primero y el segundo tan rápido hay que sacar carácter y orgullo. No nos pueden meter cuatro antes del descanso". Por su parte, el polivalente defensa hizo autocrítica: "Es un día muy complicado para todos. Hemos sacado orgullo en muchos partidos y hoy por ayer era un día para ello. Es un equipo muy anárquico. Hemos tenido muchos desajustes, sobre todo para saber cuando presionar. Son jugadores de primer nivel y eso pasa factura. Ellos han aprovechado las ocasiones".

Ambos optan por pasar de página cuanto antes. "Hay que ver las cosas que se han hecho mal en la primera parte y mejorar de cara al futuro. Vamos a intentar dar la cara el martes en Copa. Tenemos un resultado en contra pero hay que dar la cara", explicaba un Recio optimista, mientras que Torres afirmó que "no queda otra, ahora tenemos el partido de vuelta el martes. Hay que continuar y no podemos quedarnos con lo malo".

"Entiendo que la gente esté caliente. Pero en muchos momentos el equipo ha demostrado que ha podido competir contra los grandes. Solo quiero que la gente esté tanto en lo bueno como en lo malo. No hemos hecho un buen partido pero nuestra idea siempre es competir", concluyó el madrileño dirigiéndose a la afición blanquiazul, consciente del malestar generado tras el humillante 4-1 en el Pizjuán.