Le van bien las cosas a Ricardo Rodríguez en Japón, donde acaba de ser elegido mejor entrenador de la J1 League del país asiático por su trabajo al frente del Urawa Reds Diamonds, que ha finalizado la temporada en sexta posición. El técnico asturiano tiene pasado blanquiazul, ya que desempeñó varios cargos de importancia en el Málaga CF.

Ricardo Rodríguez llegó al Málaga en 2007 para hacerse con las riendas del filial después de mostrar buenas maneras en el Girona. Pronto acabó convirtiéndose en el segundo de Juan Ramón Muñiz. No sería su último rol, todavía le quedaba aceptar convertirse en el director deportivo, con el mítico Sandro como adjunto, en una época de vacas flacas y concursal.

En su carrera siempre había demostrado valentía para embarcarse en los más diversos proyectos (ya había estadio en México en una escuela vinculada al Real Madrid). Cuando terminó en el Málaga empezó una serie de retos más exóticos en Arabia Saudí, Tailandia y, al fin, Japón, donde se está consolidando.

Empezó en la segunda categoría del fútbol, en el Tokushima Vortis, al que llevó a ganar el título y el ascenso en 2020. Esta última temporada tomó las tiendas del Urawa Reds, al que ha dotado de identidad y convertido en un conjunto competitivo, terminando sexto en liga y semifinalista copero. Su buen desempeño se ha traducido en un galardón individual.

"Muy agradecido por recibir el premio de mejor entrenador de la #JLeague. Este reconocimiento es para todos los que formamos la familia de Urawa Reds y para mi familia, por estar en las buenas y, sobre todo, en las malas. Gran parte del mérito es de todos ellos", compartió en sus redes.