Entre los claroscuros que ronda al Málaga CF en estos momentos, sobre todo tras la primera derrota en La Rosaleda ante el Amorebieta, hay donde ver algún rayo de luz, un pequeño brote verde. Dani Lorenzo debutó con el primer equipo en la competición doméstica días después de su estreno con la blanquiazul en la Copa del Rey. Era un test más serio que el vivido en Copa.

José Alberto ya le otorgó algo más de media hora este pasado jueves en el partido ante el Peña Sport. Ya con el 0-2 en el marcado y con el partido cómodo ante un rival inferior, accedió al campo el joven marbellí, del año 2003. Cumplió y dejó retazos de lo que puede aportar.

Sus minutos en Liga ante el Amorebieta fueron mucho más complejos. Saltaba al campo otra vez con el 0-2 en el marcador, pero esta vez en contra. Ocupaba el puesto que dejaba libre Escassi en el centro del campo, tras retrasarse éste a la zaga junto a Lombán. Hacía pareja con Genaro y pedía protagonismo.

No se arrugó en ningún momento y pidió la pelota siempre que pudo. Lo hizo además con bastante soltura, aportando una salida de balón limpia a sus compañeros y combinando con notable efectividad pese a la intensidad alta que siempre mantuvo el bloque del Amorebieta. Dani tocó la pelota en 25 ocasiones, ejecutando bien 18 de los 20 pases que intentó (90%), y salió victorioso de los cuatro duelos que disputó (dos aéreos y dos al suelo).

La sanción de Genaro y las lesiones de Luis Muñoz, Jozabed y Ramón en la medular le pueden dar una oportunidad para la titularidad ante el Eibar.