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En otra dimensión

  • El Málaga Femenino toma conciencia de su nuevo estatus

  • Antonio Contreras: "Muchas jugadoras se quedarán, pero hay que firmar bien para no descender"

En otra dimensión

En otra dimensión

El día después del ascenso fue ajetreado. Mucha atención a los medios, felicitaciones constantes a través de las redes sociales y toma de conciencia de la nueva realidad que le espera al Málaga Femenino. Subir a la Liga Iberdrola supone entrar en una nueva dimensión. Una categoría en la que la profesionalización aún no es plena pero sí creciente. Y completa en los mejores clubes. La ilusión es grande, pero para competir en condiciones el club debe acompañar en la inversión.

En medio de la apretada agenda mediática, casi la totalidad del equipo posa para Málaga Hoy en La Rosaleda. Las caras de las jugadoras denotan felicidad plena, se prestan con naturalidad a las solicitudes del fotógrafo y sueñan con jugar algún día en el césped de La Rosaleda, que ayer empezó a replantarse. Antonio Contreras, técnico extremeño que llegó el pasado verano para acometer el ascenso, afirma que "nos vamos haciendo a la idea de que es verdad. Estamos ilusionados por lo que hemos conseguido y por el futuro inmediato, que parece que celebramos mucho tiempo pero para mí en este caso será corta. Estaremos concentrados en lo que viene, que debe ser mucho más bonito que lo de ahora", afirma contagiando entusiasmo: "Firmé tres años, si no hay ninguna novedad seré el encargado de hacer el equipo de la próxima temporada. A ver qué equipo nos sale. Debemos intentar no fallar o fallar lo justo. Eso va a ser el primer paso para que las cosas salgan bien".

Contreras (41 años) ha entrenado desde hace más de una década en la Primera División (Puebla, Atlético de Madrid y Levante) y ha vivido la metamofosis de una competición más amateur. "El tema del patrocinador [Iberdrola] de la Liga ha hecho cambiar todo. Las jugadoras que en su momento yo dirigía en el Puebla, Atlético de Madrid o Levante casi no eran profesionales y hoy sí hay bastante profesionalismo. No todas las jugadoras de todos los clubes, pero en los más importantes sí", explica Contreras, que da algunos datos de asistancias a partidos concretos que ha habido esta temporada. "Jugaremos en campos como Anoeta, que tuvo una entrada de 21.400 personas cuando jugó allí la Real. En el Ciudad de Valencia el Levante metió a 17.000 espectadores. Los clubes meten cada vez más activos en el fútbol femenino y ello revierte en la mejoría evidente".

Esa mejora, claro está, no sale gratis. "Vamos a necesitar mucho más dinero, sí. La gente se vuelve loca cuando dice que este equipo ha subido a base de dinero. Y no es así. Ha subido a base de creérselo, de ser profesionales cuando no lo somos. A base de casta, garra y pasión. Hay que multiplicar por bastante el presupuesto para ser profesionales. Nos vamos a encontrar al Barcelona, al Atlético de Madrid, a rivales directos andaluces, que va a ser bonito... Y estoy seguro de que La Rosaleda va a abrir para este equipo, muy seguro", profundiza Contreras.

La sede del equipo ha sido esta temporada Cártama. A unos 20 kilómetros de la capital, las facilidades de la localidad malagueña han sido totales. "Puedo aportar mi idea o lo que me gustaría, pero soy un trabajador del club", prosigue Contreras, que sí debe tomar decisiones importantes en la confección de la plantilla. Cuando se le cuestiona por el porcentaje de jugadoras que pueden continuar en el plantel, dice que "me fastidia tomar estas decisiones, pero eso va en el cargo. No puedo hablar porque no sabemos qué presupuesto tendremos ni qué condiciones habrá. Si pensamos que todo vale lo vamos a pasar mal. Muchas jugadoras se van a quedar, esa es mi idea. Pero hay que firmar y firmar bien. Tenemos que hilar bien para que no se pierda la categoría".

Un factor en la plantilla que quiere mantener Contreras es el ADN malagueño. Al reforzarse el equipo se perdió porcentaje de jugadoras de la casa, pero insiste en que la utilización de ellas ha sido alta. "Cuando llego a Málaga parece que era el equipo de Antonio Contreras, Adriana y las jugadoras que he traído. Nada más lejos de la realidad. De las jugadoras que yo he traído la mayoría no ha jugado de titular. Las que más jugaron son las de Málaga. El equipo que acaba en Arguineguín es con un 75% de malagueñas. No sólo eso, la media de edad de esa gente de Málaga era de entre 17 y 20 años. Adriana es la capitana, ha sido la Pichichi de la categoría, y nombro como segunda capitana a la niña que ha sido Pichichi de la promoción, María Ruiz, malagueña de 17 años. Estoy contento e ilusionado, hay que apostar por la gente de Málaga", recalca el entrenador extremeño: "Pero el primer objetivo es que el club se consolide en la élite. Ascender y descender no me gustaría. Vamos a ser serios y no volvernos locos. El día después ya se ofrecen jugadoras de clubes que piensas que nunca van a venir a Málaga. La ciudad es un encanto y las jugadoras hablan bien del trato que han tenido aquí. Quieren venir jugadoras de clubes importantes. Tenemos que ver cómo trabajamos eso". El Málaga Femenino entra en un nuevo escenario, en otra dimensión.

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