Málaga CF - Deportivo | Previa

Más que tres puntos (18:00)

  • El Málaga recibe al Dépor en un partido de máxima trascendencia

  • Los malagueños tendrán la carta de la grada, que hará un sonado recibimiento dos horas antes de un duelo crucial

Keidi Bare atraviesa un corro formado por sus compañeros, en un ejercicio donde predomina el buen rollo entre la plantilla.

Keidi Bare atraviesa un corro formado por sus compañeros, en un ejercicio donde predomina el buen rollo entre la plantilla. / marilú báez

Un pelotón de cinco equipos domina la Segunda División. Menos de dos partidos les separan. Ahí en el meollo anda el Málaga, que cogió la senda tras el patinazo contra el Reus. Aprender en marcha es una virtud para manejarse bien en el avispero que es la categoría de plata. De ese quinteto, los malagueños aún deben medirse cara a cara con todos de aquí a mayo. Un carrusel de duelos directos que definirán en gran parte la parrilla final.

El Dépor abre boca en una tarde especial en La Rosaleda. En Martiricos habrá atmósfera de día importante desde poco después del mediodía. Convocado hay un recibimiento al equipo, que evidencia la trascendencia del partido. Es un arma que tienen los de Muñiz y que quieren jugar desde ya. Será el primero del curso. Poco a poco la grada y el equipo vuelven a estrechar sus manos. Hubo picos bajos de asistencias, aunque existe un ritmo creciente con el paso de los encuentros. Lógicamente, la buena marcha ayuda.

El técnico gijonés recupera a dos de sus hombres clave. Regresan Blanco Leschuk y Keidi Bare. El albanés, desde su entrada en Zaragoza, está ofreciendo múltiples alternativas. Un perro de presa en defensa, un hombre más en ataque. Da contención y llegada en el área rival. La presencia de Erik Morán, que va dando pasos hacia adelante en el eje, como dique va en favor de su amplia cobertura de campo. El argentino volverá a ser punta de lanza.

El mercado invernal trajo a Seleznov, aunque anda lejos de ser competencia para el de Mendoza. El ucraniano demostró puntería, pero no largo aliento. Blanco parece estar en un túnel, tras varios meses sin ver puerta. No se sabe muy bien cómo, pero el Málaga sobrevivió a la sequía de su principal bastión. Se le olvidó embocarla entre los tres palos, pero el espigado nueve es mucho más que gol. Su concurso da presencia en campo contrario y opciones en el espacio aéreo.

Pocas permutas más se esperan, aunque conviene no acomodarse con Muñiz. Si acaso Cifu por Iván Rodríguez en banda derecha. Por delante, salvo sorpresa, seguirá Iván Alejo. El vallisoletano está dando ese nervio demandado en el extremo. Tiene las herramientas para hacer la diferencia, el sudoku del entrenador es darle el contexto para que luzca en favor del colectivo.

Aterriza en La Rosaleda el Dépor, uno de los históricos de España. No muchos tienen una Liga y una Copa del Rey en sus vitrinas, además de varias Supercopas de España. Los coruñeses también andan en una etapa de reinvención. Con Natxo González al frente son uno de los grandes aspirantes para hacer el camino inverso que trazaron meses antes. Tuvo muchas tribulaciones durante la temporada, aunque no le afectó en la clasificación.

Perdieron solidez en Riazor, pero la ganaron fuera. Llegan tras vencer en El Molinón y Los Cármenes, dos de las plazas grandes de esta Segunda. Cuatro empates, no seguidos, en su casa son una rémora para triunfos de tal calado. En la Costa del Sol no estarán Didier Moreno ni Nahuel, uno de los refuerzos invernales. El técnico vitoriano recupera a Domingos Duarte, un baluarte en la línea de cuatro que forma con David Simón, Pablo Marí –cedido por el Manchester City– y Caballo. Por delante, en una línea con muchas dudas, el incombustible Bergantiños y Edu Expósito, capitán general. A su lado, Mosquera o Vicente Gómez. Arriba, un talento como Fede Cartabia, Borja Valle y Quique González, uno de los delanteros más eficaces de la categoría. Un duelo de máxima trascendencia con numerosos alicientes. Más que tres puntos.

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