Todos los organismos nacionales e internaciosales trabajan en la búsqueda de soluciones para afrontar la crisis derivada de la pandemia del coronavirus COVID-19. El calendario es una cuestión prioritaria y a pesar de las diferencias que aún existen entre distintos entes, parece que LaLiga se va a terminar en el campo, aunque no se sepa cuándo, dónde ni cómo todavía. Esto lleva consigo una de las grandes preocupaciones de clubes y futbolistas, ¿qué pasa después del 30 de junio? Es la fecha clave, cuando los jugadores terminan sus contratos. Si las ligas se prolongan el galimatías legal lleva a un tablero que sólo encontrará solución si todas las partes son generosas. Y el Málaga, cuya plantilla está tan limitada y que está pendiente también de poder hacer una reestructuración muy severa, le urge que se defina un camino.

Hay que recordar que en el conjunto blanquiazul hay una circunstancias muy especiales por cuestiones económicas previas a esta crisis actual del fútbol. En el club se sabe lo que se quiere y cómo se quiere dentro de esas limitaciones, pero necesita certezas. La cuestión de las ampliaciones de contrato y todas las relacionadas con el mercado son fundamentales. Seis futbolistas finalizan sus compromisos el 30 de junio: Luis Muñoz, Lombán, Mikel Villanueva, Aarón Ñíguez, Buenacasa y Sadiku.

La FIFA se ha pronunciado. Primero conxtetualiza y apela a la generosidad:“Este proyecto común, liderado por la FIFA, constituya un ejemplo positivo de la capacidad de respuesta del fútbol, y demuestre nuestra unión, solidaridad y disposición para llegar a acuerdos que nos permitan afrontar los tiempos difíciles que están por llegar. Antes de eso, si hay una cuestión que todos deben tener clara, especialmente en estos momentos, es que la salud es lo primero, mucho antes que el fútbol”.

Se asume la extensión obligatoria de las ligas y, por lo tanto, de los contratos:“Con la suspensión de las actividades futbolísticas en la mayoría de los países, es obvio que la temporada actual no terminará en la fecha prevista. Por tanto, se propone que los contratos se amplíen hasta el momento en el que realmente termine la temporada. Esta medida se corresponde con la intención original de las partes al firmar el contrato y contribuirá a preservar la integridad y la estabilidad del deporte. Un principio similar se aplica a los contratos cuyo inicio estaba previsto para el principio de la próxima temporada: su entrada en vigor se pospondrá hasta el inicio real de la misma”.

La FIFA avisa a los clubes y jugadores

Pide colaboración entre clubes y jugadores para alcanzar acuerdos económicos, pero si finalmente no se producen y los casos llegan a la FIFA, así obrará el ente:“Si las partes no logran llegar a un acuerdo y, como consecuencia, los casos se trasladan a la FIFA, se examinarán los siguientes factores: la existencia de un intento genuino por parte del club de llegar a un acuerdo con los jugadores; la situación económica del club; la proporcionalidad de las adaptaciones a los contratos de los jugadores; los ingresos netos de los jugadores después de adaptar los contratos, y el trato igualitario a los jugadores”.

El órgano que preside Gianni Infantino insiste:“Es necesario adaptar la situación regulatoria normal a las circunstancias objetivas actuales. La FIFA será flexible y permitirá el aplazamiento de las ventanas de transferencias para que se emplacen entre el final de la temporada actual y el inicio de la próxima”. Esto último no por esperado deja de ser muy destacable.

“A su vez, la FIFA intentará garantizar, siempre que sea posible, que exista un nivel de coordinación general, y tendrá presente la necesidad de proteger la regularidad, la integridad y el buen funcionamiento de las competiciones a fin de que los resultados deportivos no se vean alterados de manera injusta”, remata el máximo organismo del fútbol mundial.