En el entorno del Málaga se habla mucho ahora mismo de Rubén Yáñez y es natural. Desde que Pepe Mel decidió apostar por él su rendimiento ha ido in crescendo hasta el techo de La Romareda, donde hizo diversas paradas de gol que mantuvieron con vida a los blanquiazules. Sin embargo, ¿quién es más allá de los highlights?

Yáñez es un profesional “metódico”, le definen en su entorno más próximo. Desde hace bastante tiempo tiene fijación con la alimentación y la preparación física. De hecho cuenta con su propio equipo de confianza con los que se suele reunir frecuentemente y que supervisan cada detalle.

Se trata de unos prestigiosos profesionales (han tenido otros clientes de altos vuelos) que operan desde Madrid pero que han llegado a desplazarse a Málaga para sus citas con Yáñez, un portero que a sus 29 años tiene pocos partidos oficiales jugados.

Quizás ahí radica parte del éxito actual de Yáñez, que llegó a Málaga con la convicción de terminar teniendo los minutos que viene echando en falta. Partiendo del men sana in corpore sano, estar listo a nivel físico y mental para cuando le llegase cualquier oportunidad.

Pudo llegar cedido este pasado verano, de hecho parecía la fórmula que más convencía a todas las partes, pero se abrió la posibilidad de contar en propiedad con él y Manolo Gaspar no se lo pensó dos veces. Reunía las condiciones y todo encajaba. El club sabía que tendría que firmar a dos cancerberos para la 2022/2023.

Se adelantó haciendo libre a Manolo Reina, de la casa, que añadiría veteranía y personalidad a un Málaga que adolecía de ello. Pero había que dar con otro más, además uno con hambre y ganas, por eso terminó firmando hasta el 30 de junio de 2025.

Yáñez salió de Lloret para, tras un paso fugaz por el Girona, llamar la atención del Real Madrid. Desde el juvenil B hasta el Castilla, trampolín para ser el tercer portero del primer equipo.

Tuvo como entrenador a Zinedine Zidane, con el que compartió muchos momentos a solas y del que recibió clases magistrales fuera del horario lectivo, por decirlo de algún modo. Zizou le pedía que se quedara con él después de los entrenamientos para ejecutar algunos disparos a puerta o incluso le pedía que fuese por la tarde.

Después llegaron Cádiz, Getafe, Huesca, de nuevo Geta y ahora Málaga. Las estadísticas contemplan 35 partidos entre Primera y Segunda. Pero eso fue ayer y él se prepara metódicamente hoy pensando en mañana.