Las obras de La Academia del Málaga CF no se han detenido en “ningún momento”, según fuentes consultadas desde el club de Martiricos, que comentan lo siguiente: “Se ha estado trabajando en el subsuelo, por eso podía parecer que estaban paradas. Sin embargo, nunca lo han estado, está bastante avanzada toda la infraestructura subterránea. Se acaba de acabar la tirada de cable, colocación de tuberías y del riego y tema de gradas. Todo lo relacionado con la galería, las estructuras. La primera fase del proyecto está lista, se están cumpliendo los plazos, eso es lo importante. Ahora se comenzará a ver más movimiento porque se van a colocar los aspersores, las torretas de iluminación, y el césped. Todo eso será al aire libre. El contrato finaliza en septiembre y la idea es que se siembre el césped sobre mayo para que la germinación esté lista en junio”. 

El culebrón parece empezar a llegar al final, aunque no se espera que esté para primeros de años como llegó a comentar Duda al finalizar la campaña pasada en el programa Área Malaguista: “En principio si todo va en el proceso que llevamos, para enero tienen que estar tres campos hechos. En enero el filial y el juvenil deberían acomodarse allí”. Algo que no ocurrirá.

Después de una década esperando, las instalaciones ubicadas ya en Arraijanal parecen estar más cerca. La próxima temporada será un sueño y todas las categorías podrán hacer acto de presencia en estas, dejando de tener que ir rotando por los diferentes terrenos de juego de la capital en calidad de prestados. De momento, seguirán compitiendo en las instalaciones de la Federación Malagueña de Fútbol desde la categoría infantil al filial o las del Complejo Deportivo Universitario para los conjuntos que conforman la Fundación.

La luz comienza a verse a final del túnel y desde las oficinas de Martiricos se muestran contentos y relajados con la progresión que se está teniendo. Aunque no niegan que se quieren tener listas lo antes posible. Durante estos días, las grúas volvieron a hacer acto de presencia en las instalaciones, al igual que los operarios, quienes trabajan a “buen ritmo” para intentar llegar a verano con las instalaciones casi listas. También, se traslada desde el club que a día de hoy no se están encontrando impedimentos, como podría ser el agua, a la hora de desarrollar las jornadas de trabajo.

La parte positiva es que se comienza a volver a escuchar ruido en Arraijanal, por lo tanto se confirma que los trabajadores regresan a la superficie tras haber dejado en perfectas condiciones la parte del subsuelo.  A este ritmo será posible poderse realizar la mudanza para la siguiente campaña, el sueño parece posible tras una década.