La grave lesión de Haitam Abaida ha roto los esquemas a todo el mundo en Martiricos. Después del jugador, el que más afectado está es Pepe Mel, que había encontrado en él una palanca perfecta para jugar cada vez más parecido a como le gusta. El internacional sub 23 de Marruecos andaba con chispa, siendo determinante ante Zaragoza y Ponferradina. El entrenador hace una promesa a su promesa.

“Lo de Haitam es un golpe tremendo para el chico, había visto que tenía un año importante para él, le he dicho que esté tranquilo, que mientras yo esté, le espero", afirmó rotundo Mel en la rueda de prensa previa al partido contra el Levante. Y no es un farol, porque de todos es conocido además su predilección por abrir paso al talento.

Ya se le vio descompuesto en la comparecencia posterior al triunfo contra la Ponferradina. "Pinta feo", adelantaba Mel en caliente. Luego llegaron las pruebas y el mazazo gordo para todos. Otro joven al quirófano, una epidemia.