El legendario cocinero Simón Padilla ha fallecido tras una trayectoria de más de 60 años dedicada a alta cocina en Marbella, donde ha estado a los fogones de los hoteles de cinco estrellas Gran Lujo Marbella Club y Puente Romano, preparando platos en la época dorada de la ciudad y su jet set como Elizabeth Taylor, Ava Gardner, Brigitte Bardot o Thomas Sean Connery.

Padilla desarrollÓ su carrera profesional durante más de 60 años, iniciada en 1962 en el hotel Atlántico de Cádiz y posteriormente en el Ritz de Barcelona, cocinando en la ciudad condal para el pintor Salvador Dalí y su esposa Gala.

En la Costa del Sol, el chef cocinó desde la década de los años 70 del pasado siglo para los paladares más selectos, en la época dorada en la que visitaban la localidad costasoleña artistas de la talla de Elizabeth Taylor, Ava Gardner, Brigitte Bardot o Thomas Sean Connery, entre otras estrellas de Hollywood o miembros de las realezas europeas.

Tras hacer el servicio militar y contraer matrimonio, Padilla comenzó una nueva etapa en el sur, desembarcando en la Costa del Sol, donde al principio estuvo a los fogones del hotel Hilton de Marbella, pasando por la clínica Incosol o Puente Romano, que inauguró en 1979 y en el que permaneció durante décadas.

Defensor de la cocina andaluza, el chef siempre puso de relieve los productos de la región como sus carnes, sus pescados o sus vinos, conjugando innovación y tradición basada en las raíces y la esencia andaluzas a la mesa. También fue reiterada su defensa de la formación en hostelería, una rama en la que participó como profesor en el Hotel-Escuela Bellamar de Marbella. Su última etapa la desarrolló al frente de las cocinas del hotel de cinco estrellas Gran Lujo Marbella Club de Marbella.

El fallecimiento de Simón Padilla se produce justo en la semana en la que se conocía la muerte de la princesa Ira de Furstenberg a sus 83 años, que estuvo casada con Alfonso de Hohenlohe, impulsor de Marbella como destino turístico a través del emblemático hotel Marbella Club.

En su lustro de matrimonio la pareja se convirtió en la viva representación de la jet set y el precedente de los años dorados que viviría Marbella. Tras separarse se dedicó al mundo de la interpretación y fue diseñadora de joyas, además de ser una figura imprescindible en fiestas y galas de la jet set europea.