Marbella instala cuatro medidores ambientales en la Zona de Bajas Emisiones

La medida permitirá analizar la calidad del aire de acuerdo con los parámetros europeos de sostenibilidad

Marbella reforzará la señalización de la Zona de Bajas Emisiones, pero sin multar

Un vehículo en la Zona de Bajas Emisiones. / M. H.

El Ayuntamiento de Marbella ha instalado cuatro medidores ambientales en distintos puntos del Casco Antiguo de la ciudad, como paso previo a la implementación definitiva de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), una medida que permitirá analizar la calidad del aire de acuerdo con los parámetros europeos de sostenibilidad, según ha informado este viernes el concejal de Transportes, Félix Romero.

El Consistorio instauró la ZBE tras su aprobación provisional en octubre de 2023, por lo que actualmente se encuentra en una primera fase en la que no se sanciona a los vehículos, y que tiene un carácter informativo, mientras que en una segunda se deberá de aprobar una ordenanza que regule este espacio más descarbonizado para su implantación definitiva, para lo que es necesario instalar medidores de la calidad del aire.

El edil ha señalado en un comunicado que “con la puesta en marcha de estos medidores no solo damos un paso técnico fundamental, sino también un gesto de compromiso con la ciudadanía, que podrá beneficiarse de un entorno urbano más limpio y habitable”.

Los dispositivos, que ya se encuentran en funcionamiento, permitirán monitorizar en tiempo real la calidad del aire en “el marco del compromiso municipal con la sostenibilidad, la salud pública y el cumplimiento de las normativas europeas en esta materia”, ha apuntado el concejal de Tráfico y Transportes, Félix Romero.

En concreto, los medidores se han instalado en las intersecciones entre Salvador Rueda y la avenida del Mercado de Marbella, Salvador Rueda y Juan Alameda y entre la avenida Ramón y Cajal y Félix Rodríguez de la Fuente, además de al inicio de la calle Peral.

Duración del proyecto

El proyecto, con una duración de tres meses, contempla la instalación y calibración de los sensores en ubicaciones seleccionadas dentro del área o la recolección continua de datos sobre la calidad del aire.

Además, la iniciativa incluye el análisis técnico de los valores obtenidos identificando patrones, picos de contaminación y posibles fuentes emisoras; y la elaboración de un informe final con recomendaciones orientadas a la gestión ambiental de la ciudad.

Entre los parámetros que se medirán, se encuentran el material particulado, el monóxido de carbono, el ozono, el dióxido de nitrógeno y el dióxido de azufre.

La instalación de medidores de la calidad del aire es el paso previo y necesario para crear una ordenanza municipal que regule la Zona de Bajas Emisiones, un instrumento jurídico que Romero valoró el pasado julio que podría estar “si no es al final de este año, a mediados de 2026”, a lo que antecederá la contratación menor del proyecto a modo de documento técnico, avanzó por aquel entonces.

Nueva señalética

El Ayuntamiento ha implementado otras medidas relacionadas con este espacio más descarbonizado, como la instalación en julio de nuevas placas informativas en el Casco Antiguo para reforzar la señalética.

Así, se han instalado nuevas placas informativas en las calles Benalmádena, la plaza Juan de la Rosa, Huerta Chica, San Francisco, Postigo, Atarazanas, en la conexión con Juan Alameda, en el entorno del Castillo y en la ZBE de San Pedro.

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