Un policía herido con "policontusiones" en un enfrentamiento con vendedores ambulantes en un chiringuito de Marbella
El agente había recriminado a un grupo de manteros la venta ilegal de mercancía en el restaurante
Top manta, desde camisetas de Mbappé a bolsos Chloé de 1.600 euros: "Esto se ha desbordado en la Costa del Sol"
Un grupo de manteros ha protagonizado un enfrentamiento con policías locales de Marbella que les habían recriminado la venta ilegal de artículos en un chiringuito del paseo marítimo. Uno de los agentes fue agredido, presuntamente, por uno de los vendedores ambulantes, que recuperaron a tirones la mercancía que se les iba a intervenir. Desde el Ayuntamiento marbellí, consultado por este periódico, no se han pronunciado al respecto.
Ocurrió este pasado lunes, en la avenida Duque de Ahumada. La violenta escena acabó con un efectivo de la Jefatura herido con "policontusiones en la cara y otras zonas del cuerpo", explica Óscar Camacho, portavoz de la Confederación de Seguridad Local y Autonomica, que integra a diferentes formaciones sindicales vinculadas al sector de la seguridad. Según su relato de los hechos, la refriega dio comienzo una vez que "llamaron la atención" a unos manteros que ofrecían mercancía supuestamente ilegal a clientes de un restaurante de playa. "Hicieron caso omiso y, cuando el policía iba a incautarse de la mercancía, hubo un forcejeo. Al perderla, uno de los vendedores se revolvió y le dio un puñetazo", describe.
Las imágenes que han sido difundidas por el perfil Marbella se queja reflejan el momento en el que uno de los vendedores golpea a un policía, que llevaba casco de motocicleta y chaleco antibalas. En el vídeo, de apenas unos segundos, se palpa la tensión, con varias personas recogiendo sus pertenencias. Sobre el agente, narra el responsable sindical, se habían abalanzado, al parecer, "cinco manteros". "Otro de ellos le dio una patada. No se ve en las imágenes, pero allí había también otro policía conteniendo a más manteros que iban a agredir a su compañero. Esto es el pan nuestro de cada día", remacha Óscar Camacho.
Los policías que patrullaban la zona habían advertido a un grupo de individuos "que dejaran de vender", porque se trataba de una "actividad ilegal". En un momento dado, entró en escena también un responsable del chiringuito, que visiblemente enojado reprocha a los policías y a los vendedores implicados su violento comportamiento en su terraza, atestada de clientes. Los manteros "echaron a correr" y no tardaron en disolverse. La disputa se saldó sin detenciones.
La actuación policial se enmarcaba en el control de la venta ambulante, que con la llegada de la época estival se ha intensificado en el paseo marítimo. Asegura que los efectivos están sobrepasados. "Por cada policía hay 20 manteros; a ver cómo controlamos esto. El principio de autoridad ya está perdido", denuncia el portavoz de la Confederación, convencido de que, para los autores, "lo fácil es la agresión", a cambio de no perder el material.
Defiende que la Policía se limita sólo a "hacer cumplir el código penal", que "castiga" los delitos, en este caso, "contra la propiedad industrial". "Muchos entran en chiringuitos y acosan a los clientes. No sólo colocan la manta en el suelo porque esto, al final, es un riesgo para ellos", recalca.
"La Policía no negocia con delincuentes"
Poco después de aquel enfrentamiento, un nutrido grupo de vendedores se movilizaron como protesta en el paseo marítimo con la supuesta intención, según el responsable de la Confederación de Seguridad local, de llegar a un acuerdo para mantener su actividad. "Quieren negociar, pero la Policía no negocia con delincuentes", asevera.
Camacho, que viste el uniforme de la Policía Local desde hace casi 25 años, asegura haberse visto implicado en varios incidentes con estos trabajadores ambulantes. Recuerda que, en una intervención, le llegaron a "morder". En otra ocasión, afirma, se contagió de "sarna" al incautarse de un bolso.
El top manta es un clásico en las cuatro esquinas del planeta. En Marbella, “una guerra perdida”. Policías bregados en la lucha contra la venta ambulante ilegal en la Costa del Sol calculan que en torno a un centenar de vendedores irregulares se mueven entre el puerto deportivo, el Centro y la zona de las Chapas. “Esto se ha desbordado. La política más permisiva ha propiciado un efecto llamada. Hay cada vez más por todos los municipios costeros. Aquí todos sabemos dónde están. Muchos bajan de la zona de Miraflores o de las Albarizas y vuelven a su piso en taxi o en Uber”, aseguran.
El Ayuntamiento marbellí informaba el pasado mes de junio de había retirado entre enero y mayo 12.330 artículos (más de 8.000 de ellos, falsificados) en el marco de un dispositivo establecido en el paseo marítimo y en los puertos deportivos Virgen del Carmen, Puerto Banús y Cabopino. El portavoz municipal, Félix Romero, hablaba entonces de que no se podía “permitir que proliferen réplicas falsas tanto por la imagen de esta ciudad turística como por los empresarios” que actúan bajo el paraguas de la legalidad.
en otra actuación, la Policía Local de Marbella apelaba, a través de las redes sociales, a la colaboración ciudadana para alertar sobre el comercio irregular tras incautarse en Puerto Banús de 500 objetos que falsificaban varias marcas. Es el negocio que da sustento a las grandes redes mafiosas.
La presión policial para asfixiar esta venta ilícita ha crecido de la misma forma que lo ha hecho –denuncian fuentes policiales– la agresividad de los manteros, que han mantenido ya varios encontronazos violentos con los agentes. “Ahora las actuaciones son distintas. La Policía, para ellos, es el enemigo. Se unen como una formación tipo tortuga para que no se pueda intervenir. Entrenan en las playas y son cada vez más fuertes”, se lamentan expertos conocedores del top manta.
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