El caso de corrupción de la petrolera estatal Petrobras se agravó ayer con la detención del tesorero del Partido de los Trabajadores (PT), de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, y con la ampliación de las investigaciones a una subsidiaria de la compañía.
El tesorero del PT, João Vaccari Neto, el primer político detenido en el marco de la investigación, prestó declaración a la Policía Federal en Sao Paulo durante casi tres horas y después fue puesto en libertad porque no fue imputado por ningún delito.
El fiscal Carlos Fernando Lima explicó que el tesorero fue llamado a declarar porque se sospecha que "solicitó donaciones legales e ilegales" a varias empresas socias de Petrobras, que son investigadas por las corruptelas.
El caso se refiere al pago de sobornos multimillonarios a partidos, legisladores y directivos de Petrobras con fondos de la empresa pública y de decenas de compañías que tenían contratos con la petrolera.
En la nueva fase de la investigación, se expidieron ayer 22 órdenes de arresto o de detención temporal, entre ellas la de Vaccari Neto y diez empresarios sospechosos de blanqueo de dinero y de servir de intermediarios para el pago de los sobornos. Además, la Justicia emitió 40 órdenes de búsqueda de pruebas en las residencias de los sospechosos y en la sede de 26 empresas, la mayoría sociedades ficticias, en cuatro estados brasileños.
Las investigaciones, antes centradas en las corruptelas de tres departamentos de Petrobras, se extendieron a BR Distribuidora, una subsidiaria de la petrolera que administra 7.500 gasolineras en el país.
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