El ex presidente egipcio Hosni Mubarak volverá a ser juzgado por su complicidad en la muerte de manifestantes durante la revolución de 2011, al anular ayer el Tribunal de Casación un fallo anterior que desestimó este cargo contra el faraón.

Se abre así otro capítulo del conocido como juicio del siglo, que el próximo 5 de noviembre -fecha fijada por la corte- se reiniciará con este nuevo juicio contra Mubarak, que será el tercero y definitivo.

La revolución que derrocó el 11 de febrero de 2011 a Mubarak se saldó con la muerte de más de 800 personas, a causa de la represión policial, y dio comienzo a la persecución judicial contra los altos cargos del régimen, aunque la mayoría ya están en libertad.

Mubarak fue condenado en 2012 en esta causa a cadena perpetua, pero esa sentencia fue posteriormente cancelada por irregularidades en el proceso, y los cargos contra el antiguo rais fueron finalmente desestimados por el Tribunal Penal de El Cairo el pasado 29 de noviembre.

Esta decisión fue recurrida alegando "defecto legal" por la Fiscalía General egipcia, cuya demanda aceptó ayer Casación.

En la sesión de ayer, el juez Anuar Mohamed Gabri decidió que se repita el juicio contra el ex mandatario, bajo arresto domiciliario en el Hospital de las Fuerzas Armadas de El Cairo, para que se dicte un fallo definitivo, que no podrá ser apelado.