Más de 382 hospitales y establecimientos médicos han sido bombardeados en Siria y el 90% de los ataques fueron cometidos por las fuerzas gubernamentales y la aviación rusa, denunció ayer la ONG Médicos para los Derechos Humanos. "Podemos afirmar, sin ninguna duda, que más del 90% de ataques que hemos documentado han sido perpetrados por las fuerzas del Gobierno sirio y por sus aliados rusos", declaró Elise Baker, quien coordina las investigaciones de esa organización sobre la situación en Siria.

Esos bombardeos fueron dirigidos contra 269 recintos médicos -algunos atacados varias veces- y corresponden al periodo transcurrido desde el inicio del conflicto, en abril de 2011, al pasado junio, explicó la experta. Los últimos meses han sido trágicos en Siria, particularmente en la zona este de Alepo, donde han arreciado los bombardeos.

Baker sostuvo que también ciertos grupos armados opositores y los yihadistas del Estado Islámico han atacado hospitales en estos años, pero, "aunque son igualmente aborrecibles, no pueden compararse con los ataques del Gobierno sirio contra su propio pueblo y sus estructuras sanitarias".

La experta, quien previamente formuló estas denuncias ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, reunido en Ginebra, dijo que, al destruir hospitales y asesinar a su personal, "también se está matando a todos los pacientes que esos doctores y enfermeras podría haber atendido".

"Además, los profesionales sanitarios son testigos cruciales" de los horrores que se comenten en una guerra, agregó la representante de Médicos para los Derechos Humanos, que se dedica a recopilar y comprobar informaciones sobre violaciones del derecho a la salud en situaciones de conflicto. Esta ONG fue la que expuso el uso de armas químicas contra civiles en Iraq y realizó exhumaciones en fosas comunes en Bosnia y Ruanda para los tribunales especiales que investigaron los genocidios.