Por ser un rostro clave e indispensable de la cinematografía española y haber desarrollado una prolongada carrera, aún en activo, tanto en España como en el ámbito internacional, la Academia de Cine concedió ayer la Medalla de Oro 2013 a la actriz Ángela Molina. La actriz, "que posee el rostro de una virgen pagana", tal y como expresó Luis Buñuel al definirla como una de sus musas en Ese oscuro objeto del deseo, cumplirá 58 años el próximo octubre, mes en el que la Academia de Cine le entregará la Medalla de Oro, un galardón que premia su buen hacer en la gran pantalla y que le recompensa el haber paseado el cine español a lo largo de varias décadas por Francia, Italia, Portugal y Latinoamérica. Precisamente, la buena noticia pilló a la artista rodando cerca de Roma. Todavía vestida con la ropa de la escena correspondiente, Ángela Molina afirmó a los medios sentirse "como recién nacida". "Lo interpreto como una unión indivisible que tenemos los que amamos y los que conocemos el cine, nunca falla porque se desarrolla de una manera muy certera", añadió.

La hija del malagueño Antonio Molina estudió ballet clásico, danza española y arte dramático en Madrid. Antes de su primera incursión en la gran pantalla, en No matarás, dirigida por César Fernández, llegó a trabajar en un circo en Francia y ejerció como profesora de baile clásico español. Pronto se convertiría en una actriz del cine español de la Transición, etapa en la que enfocó su carrera hacia producciones de calidad y compromiso. Otras de sus interpretaciones más reconocidas fueron en La sabina, de José Luis Borau; y en Lola, de Bigas Luna.