La Alcazaba, marco único para el toreo
Toros
Ginés Marín y los alumnos de la Escuela Taurina de Málaga llenaron el espacio monumental de capotes y muletas. Actividad didáctica y cultural.


Los turistas y visitantes de la Alcazaba pasaban sorprendidos por lo que veían en uno de los patios al mediodía de ayer: varios jóvenes, con capotes y muletas sostenidos en las manos, escuchaban atentos las palabras de otro joven quien, alternando de tú a tú, parecía conocer sobradamente de lo que hablaba. Así fue al inicio, cuando aún no se habían desplegado los tratos para instrumentar lances y muletazos, dibujando el toreo sobre la Alcazaba. En ese momento, los espectadores involuntarios sacaron sus cámaras fotográficas, incluso de vídeo, para llevarse un recuerdo completamente inesperado. El chico del centro, al que se dirigían todas las miradas, era el matador de toros Ginés Marín. Con una voz templada y suave, y una mirada más dura, instruía a más de diez alumnos de la Escuela Taurina Diputación de Málaga.
"Echo de menos vuestra postura," les decía Ginés, "La inocencia es mucho más bonita." Él tomó la alternativa en el mes de mayo en Nimes, tras encabezar el escalafón de los novilleros. Su último triunfo en Santander, donde cortó tres orejas estando acartelado con Morante de la Puebla y Alejandro Talavante, sirve como preámbulo al sitio que desea ocupar ahora.
El torero, nacido en Jerez, lleva dos años consecutivos toreando en la feria de Málaga y explicó: "Mis sensaciones, a pesar de no haber cortado oreja en Málaga, han sido bastante positivas." Volverá este año, el 16 de agosto, ya como matador de toros en una tarde "ilusionante, no con la fuerza de un cartel de figuras, pero sí con interés. Ureña es un torero más que interesante para el aficionado y Galdós ha sido un novillero importantísimo."
Durante las explicaciones que acompañaron su toreo de salón, la palabra "personalidad" salió a relucir en varias ocasiones y se pudo comprobar en las verónicas, chicuelinas y en los muletazos con ambas manos. Alguien le preguntó por su preferencia a la hora de torear, él contestó: "en mi caso va por épocas." Ahora se siente más cómodo con la derecha porque le resulta más fácil presentar la muleta, según comentó.
La naturalidad fue otra de las características puestas en valor: "Lo más puro es lo que uno hace natural. ¿Qué hay más difícil que estar natural delante de un toro, sin forzar ni estar rígido?" explicaba Ginés Marín. Los alumnos de la escuela se animaron a seguir las indicaciones de una de las promesas del toreo, mientras alrededor se escuchaban comentarios espontáneos positivos acerca de la escena taurina que se vivió en La Alcazaba.
La actividad, organizada por la FIT, empresa gestora de la plaza de toros, promocionó la tauromaquia bajo un marco singular y cultural, que invitó a volver a recorrer los pasillos de la fortificación malagueña a aquellos que no la conocían o la habían visitado en su época estudiantil.
También Ginés Marín se animó a hacer el recorrido y conocer uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad de Málaga. Antes de su cita en La Malagueta, toreará en Valverde del Camino, el día 13, y en Almendralejo, el día 14 de agosto. Ya aguardarán en los corrales los toros de Santiago Domecq para el día 16.
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