Cultura

Arte popular e intelectual se dan la mano en el CAC con Ignacio Tovar

  • El pintor sevillano inaugura una exposición con 14 piezas de arte abstracto

  • El flamenco es su gran influencia, en un original equilibrio de luces y las distintas posibilidades del color

El flamenco es uno de los artes más reconocibles como "del pueblo" en el sur de España. El imperante mestizaje de étnias y culturas en el que el popular baile nació fue posteriormente decisivo para modelar la profundidad que impregna la letras y la música de este arte. Ello ha servido de inspiración a Ignacio Tovar toda su vida para crear sus obras abstractas, una rama de la pintura tomada tradicionalmente por intelectuales. En él se juntan lo popular y lo elitista. El susurro y el grito.

Por ahí discurre su exposición en el CAC Málaga, Cantándote bajito, que reflejan más de quince años de pinturas y obras sobre papel del artista sevillano. Los paralelismos con el flamenco van más allá del título, provocan ese logro que no muchos consiguen de tener una conversación de tú a tú con el artista, tratar de interpretarla y de encontrar las diferencias profundas entre obra y obra. "Para encontrarlas [las diferencias] hay que acercarse al cuadro y verlo fijamente. Pasa lo mismo con el flamenco, en un primer momento es muy complicado tratar de apreciar diferencias entre una soleá y una seguiriya, pero cuando lo escuchas mucho van saliendo", afirma Tovar.

Para encontrar las diferencias entre mis cuadros hay que verlos desde cerca"

Las 14 pinturas y dibujos abarcan la evolución en el nuevo siglo de uno de los referentes del arte abstracto andaluz. La luz y las distintas posibilidades que ofrece el color son dos de los puntales sobre los que Tovar reflexiona en sus obras. "A veces los cambios son mínimos entre un cuadro y otro, pero del primero al décimo hay diferencias notables", según el artista.

Los títulos de las obras de Tovar tienen también una relación con ese baile "que escucho en mi estudio a todas horas". En un principio las nombraba en función de la gente que conocía o quería dedicar una pintura y después tiró del santoral católico. Pero un día que acabó un trabajo el día de san Lorenzo, le asaltó la duda: "No conocía a nadie que se llamara Lorenzo ni tenía ninguna vinculación con ese nombre. Después recordé que san Lorenzo murió en una parrilla no pude evitar pensar en el guitarrista Parrilla de Jerez, y a partir de ese momento todas mis obras empezaron a tener relación con el flamenco".

La relación de Tovar con Málaga va más allá de las dos exposiciones que ha realizado en la capital de la Costa del Sol hasta la fecha -en el Museo de Bellas Artes en 1985 y en la Sala de Arte de la Universidad de Málaga en 1994-, ya que él vino muchas veces a inauguraciones de exposiciones como espectador, incluido el CAC: "Aquí he conocido exposiciones de gente magnífica, por lo que me daba cosa exponer en la misma sala en la que ellos lo han hecho y desmerecerlos". Modestia aparte, el artista considera que elementos como El Piyayo, conocido cantaor malagueño, el terral y la concha fina "son cosas que te hacen querer a una ciudad como esta".

Por su parte, el director del CAC y comisario de la exposición, Fernando Francés, argumentó que a pesar de que Tovar no es muy conocido en Málaga "no son las modas, el ruido y el marketing lo que hacen a un artista grande. Él se sale de eso". Pese a ello, Francés cree que el pintor sevillano "no es reconocido como se merece, por lo que se trata de un artista por descubrir aunque lleva toda la vida pintando". Dento de la abstracción de las pinturas, el responsable del CAC se queda "con los pequeños momentos que impregnan sus cuadros". La exposición de Tovar, que se inauguró ayer, se podrá visitar hasta el 21 de enero del año que viene. Hasta entonces se puede disfrutar de esa compleja fusión entre el flamenco y la abstracción. Como bien sentencia el artista, "cantar no sé, así que mis obras son la manera de estar más cerca de lo que amo".

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