En esto del cine, como en la mayoría de las cuestiones esenciales de la existencia, conviene a veces propinar un manotazo en la mesa, entonar el hasta aquí hemos llegado y discernir de una vez de qué hablamos cuando hablamos de cine. Por más que el frenesí postmoderno pregone la muerte última de los valores, al espectador que sienta en la penumbra de una sala (todavía, a estas alturas) para adquirir la satisfacción irracional que únicamente procura el séptimo arte no le vale cualquier cosa. Afortunadamente, Málaga cuenta con el apostolado del Cine Albéniz como inestimable herramienta pedagógica en este sentido, y justo con esta voluntad pusieron en marcha sus responsables el ciclo 8/21, con una premisa fundamental: revisar la lista publicada por BBC Culture con las cien mejores películas del siglo XXI, después de consultar a 177 críticos de cine de todo el mundo, y proyectar una selección de las mismas a lo largo de varias ediciones, como siempre en versión original subtitulada. La aventura completó ya dos ediciones con una respuesta del público próxima al entusiasmo y ahora, recién comenzado el monográfico de Woody Allen, el Cine Albéniz acude a completar el cartel de agosto con la tercera, que durante los próximos martes y miércoles proyectará ocho títulos decisivos, siempre a las 22:00 y al precio único de 4 euros. Hablamos, cierto, de clásicos contemporáneos: los que en plena revolución audiovisual vienen a recordar por qué el cine en pantalla grande es todavía un asunto importante.

'El viaje de Chihiro', de Hayao Miyazaki.

Abrirá fuego el martes 6 nada menos que David Lynch con la que buena parte de los rankings de la crítica consideran mejor película del presente siglo, Mulholland Drive (2001), en la que el director de El hombre elefante prolongó los trances hipnóticos de Carretera perdida (continuados a su vez en la malograda serie televisiva Rabbits) con Naomi Watts y Laura Elena Harring en el reparto y la inolvidable partitura de Angelo Badalamenti. El miércoles 7 llegará la hora de Una mujer en África (2009), de la francesa Claire Denis, con su drama de aroma prebélico protagonizado por Isabelle Huppert y Christopher Lambert. Palabras mayores son las que merece El viaje de Chihiro (2001), la mejor película del japonés Hayao Miyazaki, verdadera cima del cine de animación y que, con el Oscar y el Oso de Oro del Festival de Berlín en su haber, podrá verse el martes 13. La más reciente El hijo de Saúl (2015), del director húngaro László Nemes, ganó también el Oscar (en esta ocasión a la mejor película en lengua no inglesa) con una odisea de impacto en el campo de exterminio de Auschwitz que los espectadores podrán disfrutar el miércoles 14 (digamos que no es el plan más consecuente si los asistentes tienen pensado acudir justo después a los fuegos artificiales de la Feria, pero, como decía el clásico, hay gente para todo). 

En plena Feria, el martes 20 de agosto, y por aquello de mantener el contraste en su máxima acepción, podrá verse The act of killing (2012), el premiado documental de los cineastas daneses Joshua Oppenheimer y Christine Cynn sobre el genocidio indonesio. El miércoles 21 caerá en Alcazabilla otra sensación bien fuerte con 4 meses, 3 semanas, 2 días (2007), la estremecedora película del rumano Cristian Mungiu, ganador con esta obra de la Palma de Oro en Cannes, sobre el aborto en las postrimerías del régimen comunista. A modo de injerencia intergeneracional, el martes 27 se podrá ver Adiós al lenguaje (2012), verdadero tiro de gracia a la narrativa cinematográfica tradicional que firma el veterano Jean-Luc Godard. Y, por último, el miércoles 28 podrá el respetable acogerse al fresquito de la sala con Toni Erdmann (2016), la producción alemana dirigida por Maren Ade, soberbia aproximación al surrealismo desde las reglas de juego de la comedia filosófica. Si alguien pregunta por el mejor cine del siglo XXI, razón aquí.